México es un país donde se han dado varias inmigraciones de habitantes de diferentes países a lo largo del tiempo. Desde el siglo XIX, se volvió costumbre la llegada de gente que venía a establecerse en el territorio nacional por diferentes motivos. Tal es el caso de Polonia uno de los países más afectados por la Segunda Guerra Mundial que trajo casi 1,500 refugiados a León, Guanajuato para crear la comunidad que llegó a conocerse como la Pequeña Polonia.
México, país que recibe inmigrantes
El siglo XX fue una época llena conflictos mundiales y nuestro país recibió a muchos de los afectados. Con las dictaduras sudamericanas, la Guerra civil española, y la Segunda Guerra Mundial, mucha gente llegaría para buscar paz y refugio.
También llegaron familias de países europeos como Alemania, Irlanda, Inglaterra, Francia e Italia vendrían a vivir a México para probar suerte e inmigrantes chinos, filipinos y japoneses llegaron a la península de Baja California
Polonia, víctima del conflicto entre Alemania y la Unión Soviética
La situación de Polonia fue grave desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial. El antisemitismo nazi planeaba exterminar a cada ciudadano judío para apropiarse de los diferentes países que rodean a Alemania. Y aunque los polacos son de religión católica en su mayoría, este país se vio tan afectado que casi desaparece.
México se ofreció para recibir a polacos, víctimas del conflicto y desde 1943, el campo de Santa Rosa, una hacienda a las afueras de León, Guanajuato, se convirtió en un refugio donde llegaron a vivir, según los registros, 1,453 polacos. de los que 280 eran niños huñerfanos.
Estos ciudadanos polacos sobrevivientes del nacismo, primero fueron prisioneros de guerra de la Unión Soviética y cuando la desaparecida URSS se unió a los países Aliados, el Reino Unido exigió su liberación. Miles y miles de estas personas irían a vivir en asilo a países como Irán, Pakistán, naciones del Oriente de África y México.
La Pequeña Polonia en Santa Rosa, Guanajuato
El entonces presidente, Miguel Ávila Camacho, ofreció nuestro país para la admisión de estos refugiados polacos. Junto con embajadores y representantes de varios países se decidió como su nuevo destino, el territorio de Santa Rosa en el estado de Guanajuato
Los primeros refugiados viajaron en tren hasta León, Guanajuato en julio de 1943 desde California, donde llegaron en barco desde Europa. Ya en su nuevo destino, fueron recibidos cordialmente con arreglos florales y música de mariachi.
En Santa Rosa, la Pequeña Polonia siguió sus propias reglas. Sus habitantes se mantuvieron de la manera más autónoma posible desarrollando sus propios métodos de trabajo. Continuaron con sus costumbres, construyeron escuelas, una clínica y una parroquia.
El final de la guerra
El territorio de Santa Rosa llegó a ser marcado en los mapas como “Pequeña Polonia”. Para 1945, con el final de la guerra, el campamento fue desmantelado oficialmente. Sus últimos habitantes lo abandonaron hasta 1947. Algunos regresaron a Polonia, otros se fueron a distintos países del continente y otros más se quedaron a vivir en México.
La hospitalidad mexicana
Tenemos un país hospitalario. Gran cantidad de migrantes de todo el mundo pasan por territorio mexicano o llegan para establecerse, así como muchos mexicanos emigran del país. México recibe a los inmigrantes de buena manera y siempre va a estar abierto al intercambio cultural.
(Fuente: Sopitas)