La búsqueda de un hogar se ha vuelto un sueño esquivo para la juventud mexicana, con obstáculos crecientes que hacen que alrededor del 70% de los jóvenes no puedan lograr comprar una casa.
Este desafiante panorama ha conducido a una realidad en la que muchos de ellos se ven obligados a optar por el alquiler como única vía para acceder a una vivienda.
Un dato alarmante revela que alrededor del 51% de estos jóvenes recurren al arrendamiento debido a la falta de acceso a créditos, traduciéndose en casi un millón de familias que anhelan acceder a un préstamo hipotecario, pero se ven excluidas de esta posibilidad.
¿Por qué los jóvenes de México no podrán comprar una casa? Juventud mexicana
Las raíces de esta crisis habitacional son profundas y variadas. Un estudio de Paulina Casso titulado “WTF con el Infonavit” aborda los motivos detrás de la desalentadora perspectiva.
La gran mayoría de jóvenes mexicanos, siete de cada diez, perciben que las limitaciones económicas y laborales les alejan de la posibilidad de adquirir una casa.
Esto se combina con el desafío de un mercado inmobiliario poco regulado, que ha catapultado los precios de las viviendas a niveles exorbitantes, hasta cuatro veces más altos que hace algunos años.
¿Cuál es el costo de una casa en la CDMX?
La autora señala que en la Ciudad de México, por ejemplo, los costos de las propiedades se han elevado en un 235%, mientras que los salarios han disminuido en un 43%.
¿Qué es gentrificación y como afecta el mercado inmobiliario?
El fenómeno no es exclusivo de México; la gentrificación, resultado de la alta demanda de viviendas en diversas ciudades, ha provocado un incremento vertiginoso en los precios de los inmuebles a nivel global.
¿Por qué es tan difícil obtener un crédito hipotecario?
Los jóvenes se encuentran con obstáculos a la hora de obtener créditos hipotecarios debido a la percepción errónea de que los préstamos ofrecidos, como los del Infonavit, son difíciles de pagar y que los bancos ofrecen alternativas más beneficiosas.
Esta creencia alimenta el temor de perder la propiedad en caso de no poder cumplir con los pagos. La falta de educación financiera y la desconfianza hacia los sistemas crediticios amplían aún más la brecha.
(Con información de La Verdad)