Chiapas, 24 de septiembre 2023. – En la periferia de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, existe un área de prostitución conocida como Zona Galáctica que no sólo genera ganancias a las trabajadoras sexuales o a los comerciantes que ahí laboran, sino también al gobierno municipal: cada año entra a la tesorería local un millón de pesos en promedio. Municipio de
Los ingresos del gobierno de la capital chiapaneca van desde el cobro de la entrada a la zona de tolerancia hasta por el uso de los baños y el estacionamiento.
El ayuntamiento también gana dinero por la expedición y reposición de tarjetas de control sanitario, un permiso obligatorio para todas las personas que ejercen el sexoservicio, y el cobro al comercio ambulante.
Aunque organizaciones civiles han denunciado a la Zona Galáctica como un sitio de explotación económica, así como por ser escenario de feminicidios de mujeres migrantes y presuntas víctimas de trata, éste opera legalmente e incluso está regulado por el Reglamento para la Vigilancia y Control del Ejercicio del Sexo Servicio del Municipio de Tuxtla Gutiérrez. También se promueve en redes sociales.
De acuerdo con el ayuntamiento chiapaneco, desde 2015 ingresan anualmente a las arcas municipales un promedio de un millón de pesos por este espacio de prostitución.
El año de mayor ganancia fue 2019, cuando el municipio obtuvo 1 millón 840 mil pesos. Mientras que al año siguiente, cuando comenzó la pandemia de Covid-19, los ingresos se desplomaron a 735 mil 933 pesos.
En total, de enero de 2015 a abril de este año el ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez ha recaudado 9 millones 120 mil 481 pesos.
De estos, 6.1 millones corresponden al cobro del acceso a la Zona Galáctica; 1.1 millones al uso del estacionamiento, y otro millón al cobro del comercio ambulante.
En el mismo periodo, el municipio también tuvo ingresos por el uso de los baños (510 mil 774 pesos), por la expedición de las tarjetas de control sanitario de las trabajadoras sexuales (280 mil 157 pesos) y por su reposición (19 mil 694 pesos), indica el oficio de respuesta de la tesorería municipal a la solicitud de transparencia con folio 070126123000104.
El artículo 17 del reglamento que regula la actividad sexual en la zona indica que toda persona que se dedique al sexo servicio en forma permanente o eventual debe contar con su tarjeta de control sanitario otorgada por Secretaría de Salud Municipal, previo pago a la tesorería local según lo previsto en la Ley de Ingresos vigente del municipio.
Dicho documento acredita que la persona que ejerce el sexo servicio está en óptimas condiciones de salud.
Denuncian trata y hasta feminicidios en Zona Galáctica
La Zona Galáctica opera desde 1991 bajo el consentimiento de todas las autoridades que han gobernado la capital y el estado chiapaneco, pese a las historias negras que ahí ocurren.
La Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez” documentó que en 2011 fueron asesinadas en ese lugar por lo menos ocho mujeres en medio de un operativo antitrata, donde participaron autoridades federales, estatales y municipales.
En su informe “Hacia una mayor rendición de cuentas. Hablan sobrevivientes de trata con fines sexuales”, la organización civil recoge el testimonio de una sobreviviente de aquel operativo policíaco:
“Esa vez estuvo muy grande el operativo porque fue sectorial, llegaron federales, municipales y estatales, fue muy grande, hubo muchos muertos. Muchas salieron corriendo y se escaparon por el río…
“El operativo fue temprano, había más extranjeras que mexicanas, cuando estaban en el piso las empezaron a matar, yo vi como a ocho, las ponían en bolsas de cierre, de las demás como no se dejaban agarrar, por el miedo de migración, las golpearon, las cacheteaban y de todos modos las detuvieron y algunas las mataron”.
La organización civil también ha denunciado que las trabajadoras sexuales también son víctimas de explotación económica por las mismas autoridades que operan la zona de tolerancia.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos, las personas más vulnerables al delito de trata de personas son las mujeres, personas indígenas y afrodescendientes, disidencias sexuales, adolescentes y niños.
(Con información de La Verdad)
