Menores de edad en México vendieron, intercambiaron, distribuyeron o publicaron fotografías o videos pornográficos al menos 127 mil veces durante el 2023. Dicho contenido, advierten especialistas, pudo ser real o simulado, a través de imágenes alteradas.
Los datos expuestos por el módulo de ciberacoso del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y recogidos por la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) exponen que, en promedio, 348 menores de entre 12 y 17 años interactuaron de alguna forma con pornografía.
La directora de la Redim, Tania Ramírez, advirtió que la problemática del alto número de consumo de pornografía en este grupo de la sociedad tiene que ver con prácticas de alto riesgo que vulneraran los derechos de niñas y niños del país.
Inclusive, señala, se ha detectado que en redes sociales la venta de pornografía ha ido en aumento, esto debido a que el auge de aplicaciones como TikTok o Youtube, en los que monetizar es más sencillo, provoca que el intercambio y venta de contenidos pornográficos comience a crecer.
“Lo que nos preocupa en Redim no es el hecho de que haya más o menos ventas; sino que, a menudo niñas y adolescentes la distribución o el intercambio de este tipo de imágenes —aunque sean propias— puede incurrir en faltas o sanciones administrativas”, expone la especialista.
Agrega que “la tendencia es que hay una falta de información sobre las prácticas de dsitrubición o venta de contenidos sexuales”, apunta.
Asimismo, se indica que la cifra podría ser mucho mayor, ya que ésta únicamente se basa en el intercambio de contenidos sin consentimiento, aunque existe también un alto número de adolescentes que comienzan a realizar esta práctica voluntariamente derivado de la desinformación.
En concreto, preocupa a la organización el hecho de que esta práctica comience a ser más habitual entre este sector de la sociedad. Y es que, advierte, también puede verse como una forma de socializar, y se ve como un intercambio de información a falta de espacios seguros de educación sexual integral.
Dentro de su balance anual, la Redim indica que la cifra de menores que interactuaron de alguna forma con pornografía equivale al 1 por ciento de todo este grupo de edad en el país.
Tanto el ciberacoso como el uso y abuso de la pornografía subrayan la necesidad urgente de incorporar la educación sexual integral de manera simultánea a la educación digital en las escuelas y hogares, indica la Redim.
“Niñas, niños, adolescentes y jóvenes necesitan comprender los riesgos a los que se exponen cuando están en línea, así como aprender a proteger su privacidad y desarrollar habilidades para navegar de manera segura en el mundo digital; pero no podrán hacerlo ni solos ni únicamente con sus familias: necesitan la acción sostenida de instituciones del Estado para contar con herramientas para lograrlo”, se puntualiza.
(Con información de La Verdad) Al menos 127 Al menos 127