La ONU elevó sus previsiones de crecimiento para la economía mundial en 2024 en tres décimas, hasta 2.7% en lugar del 2.4% calculado en enero, señala el informe de mitad de año de la situación económica mundial, presentado ayer en Nueva York. ONU cambia
La predicción para 2025 también mejoró levemente y ahora se sitúa en 2.8%, señala el documento difundido por Shantanu Mukherjee, director de la División de Análisis y Políticas en el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales.
El estudio dibuja un panorama en general cautelosamente optimista en el que persisten ciertos aspectos vulnerables como los altos tipos de interés, las tensiones geopolíticas y los riesgos climáticos, por este orden.
Con todo, la ONU señala en su reporte que en los próximos años el crecimiento mundial va a quedar por debajo de la que ha sido la media en el periodo 2010-19, que se situó en 3.2%.
“Las proyecciones han mejorado desde enero porque las grandes economías han evitado la recesión bajando la inflación sin que suba el desempleo; entre ellas, cita las perspectivas positivas en Estados Unidos (crecimiento proyectado del 2.3%), China (4.8%) y las de otras potencias como Brasil, India y Rusia (2.7%)”, agrega.
Bajo crecimiento
Sin llegar al pesimismo, el informede la ONU señala que Latinoamérica y el Caribe pueden ser definidas como “regiones de crecimiento bajo”, lastradas por problemas como inflación elevada, altos tipos de interés, presiones cambiarias y una persistente inestabilidad política.
El crecimiento en la región, de hecho, bajará del 2.1% registrado en 2023 a 1.7% en este año, antes de rebotar el curso siguiente, en el que se espera 2.4%.
Señala que el crecimiento se desinflará en Brasil hasta el 2.1% en este año (2.9% el anterior), lo que se explica por el impacto tardío de los altos tipos de interés y la pobre producción agrícola.
Similar resultado esboza la ONU para México, donde se prevé que la actividad económica perderá fuelle por una bajada en el consumo doméstico y las estrictas condiciones monetarias.
(Con información de El Economista) ONU cambia