Ismael Zambada García, líder del Cártel de Sinaloa, se entregó en el aeropuerto de El Paso, Texas, junto con Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. El Departamento de Justicia de Estados Unidos confirmó la detención de ambos narcotraficantes, quienes eran buscados por las autoridades estadounidenses.
La captura de El Mayo Zambada ha generado diversas versiones periodísticas, algunas sugieren que se entregó voluntariamente, mientras que otros informes indican que fue entregado por Ovidio Guzmán López, hijo de El Chapo.
¿Quién se quedará a cargo del Cártel de Sinaloa?
La incertidumbre rodea el proceso de detención de Zambada, y surge la interrogante sobre quién podría asumir el liderazgo del Cártel de Sinaloa. Los hijos de El Mayo Zambada continúan activos en las operaciones del cartel, con Ismael Zambada Sicairos siendo buscado por las autoridades por presunta conspiración para distribuir drogas en Estados Unidos.
Montenegro, autor del libro “Los Chapitos: radiografía criminal de los herederos del Cártel de Sinaloa”, destacó que varios descendientes de Zambada han enfrentado a la justicia estadounidense por delitos relacionados con el narcotráfico.
Sin embargo, el único hijo de Zambada García actualmente buscado por las autoridades es Ismael Zambada Sicairos, conocido también como “Mayito Sicairos” o “Mayito Flaco”, y el podría ser el sucesor del imperio de su padre.
A pesar de los esfuerzos por desmantelar las redes delictivas asociadas al Cártel de Sinaloa, la persistencia y alcance de estas organizaciones son evidentes. La entrega de El Mayo Zambada plantea nuevas preguntas sobre la continuidad y evolución de una de las organizaciones más poderosas y violentas del mundo.
Fragmentación y modelo de liderazgo del Cártel de Sinaloa
De acuerdo con el informe Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2024, publicado el 7 de mayo por la agencia antidrogas estadounidense (DEA), el Cártel de Sinaloa actualmente no tiene un líder central.
Tras la captura y extradición de Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2016, la organización se fragmentó y adoptó un “modelo paraguas”, que permite a cuatro facciones cooperar entre sí sin compartir ganancias ni responder a una cadena de mando principal.
El “modelo paraguas” teóricamente permite a los jefes de las cuatro facciones compartir recursos como rutas de contrabando, contactos corruptos, acceso a proveedores de sustancias químicas ilícitas y redes de lavado de dinero.
Sin embargo, la DEA cuestiona la viabilidad de este esquema, ya que las cuatro facciones están en constante disputa por el control de territorios clave, lo que ha incrementado la violencia en estados como Sonora, Baja California y Sinaloa.
Los líderes actuales del Cártel de Sinaloa
La DEA identifica las siguientes cuatro facciones y sus respectivos líderes dentro del Cártel de Sinaloa:
Los Chapitos: Integrada por los hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, y Joaquín y Ovidio Guzmán López, todos hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La Mayiza: Anteriormente liderada por Ismael “El Mayo” Zambada, quien ha sido una figura central en el cártel durante más de tres décadas. Con la detención de Zambada, la dirección de esta facción queda incierta.
Gente del Guano: Encabezada por Aureliano “El Guano” Guzmán Loera, hermano de “El Chapo”, esta facción opera principalmente en Badiraguato, Sinaloa.
La facción de Rafael Caro Quintero: Uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara, actualmente recluido en el Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) No. 1, conocido como “El Altiplano”.
Futuro incierto y aumento de la violencia
La ausencia de un líder claro y la fragmentación interna han llevado a un aumento de la violencia entre las facciones del Cártel de Sinaloa, a medida que luchan por el control de territorios estratégicos. La DEA advierte que esta situación podría empeorar, dado que la competencia por recursos y rutas de contrabando se intensifica.