La vicepresidenta estadounidense y candidata demócrata a la presidencia, Kamala Harris, reveló los pilares de su estrategia económica, prometiendo construir una “economía de oportunidades” centrada en reducir los costos alimentarios y responsabilizar a empresas que inflan precios injustamente. Durante un evento en Raleigh, Carolina del Norte, Harris destacó que su prioridad será abordar el aumento de precios en alimentos, señalando a empresas del sector alimentario que “no siguen las normas” y se benefician de la crisis.
Harris subrayó que estas empresas están obteniendo beneficios récord mientras algunas no trasladan los ahorros al consumidor. Prometió que, si es elegida, tomará medidas para asegurar que rindan cuentas y aliviar la carga económica de las familias.
Además, Harris delineó sus planes para solucionar la escasez de vivienda en EE.UU., prometiendo construir tres millones de nuevas viviendas durante su primer mandato. Recordó las dificultades que su familia enfrentó para comprar una casa y afirmó que su enfoque será reducir los costos y aumentar la seguridad económica para todos los estadounidenses.
El plan de Kamala Harris también incluye medidas de alivio fiscal, con recortes de impuestos para familias de ingresos bajos y medios, así como para los trabajadores esenciales. Su meta es ofrecer hasta 6,000 dólares en alivio fiscal durante el primer año de vida de un hijo y reducir los impuestos hasta en 1,500 dólares para los trabajadores que no están criando a un hijo en casa. También se comprometió a reducir los costos de seguro médico, ahorrando a los estadounidenses unos 700 dólares.
En contraste, Harris criticó las propuestas de Trump, afirmando que su enfoque beneficia a los multimillonarios y las grandes corporaciones. Mientras tanto, su enfoque se centrará en devolver dinero a la clase media trabajadora.
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