Este martes, la defensa de la mujer que denunció a Conor McGregor por abuso sexual en 2018 reveló que el luchador irlandés supuestamente tenía cocaína la noche de los hechos. Mientras tanto, los abogados de McGregor, estrella de las artes marciales mixtas, sostienen que esta demanda es un intento de extorsión. La demanda civil se presentó por Nikita Ní Laimhin en el Tribunal Superior de Dublín, no solo contra McGregor, sino también contra un hombre llamado James Lawrence.
La declaración judicial de la denunciante señala que ambos hombres, McGregor y Lawrence, la “agredieron sexualmente”, en un incidente que habría ocurrido en un hotel de Dublín. A pesar de la gravedad de la acusación, el juez Alexander Owens aclaró que se trata de un proceso civil, donde, si se determina la culpabilidad, los demandados podrían enfrentar una indemnización a la presunta víctima.
Ní Laimhin, peluquera de 35 años, sostiene que asistió a una cena de Navidad en diciembre de 2018, en la cual consumió alcohol y cocaína. Según su abogado, John Gordon, aunque su clienta “no pretende ser un ángel”, estaba atravesando un cuadro de depresión y estaba en tratamiento médico. Esa misma noche, contactó con McGregor, con quien compartía un círculo social en Dublín.
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El abogado afirma que, al llegar al hotel, McGregor la llevó a una habitación privada, donde intentó inmovilizarla en la cama. Gordon detalló que, tras varias negativas, ella “ya no pudo resistirse más”, mientras McGregor hacía referencia a sus derrotas en el octágono para justificar su conducta. La defensa de McGregor afirma que el encuentro fue consensuado.
Este caso, que ha estado bajo secreto de sumario hasta ahora, podría durar dos semanas. Los abogados de la demandante buscan establecer daños por “daños personales físicos” desde que iniciaron el proceso en 2021.
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