La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, dejó en claro que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), a pesar de su próxima desaparición, no quedará exento de las auditorías que realiza la recién creada Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum enfatizó que si se detectan actos de corrupción en el organismo autónomo, se aplicarán las sanciones correspondientes. En este sentido, subrayó que la salida de los consejeros no implica que su gestión en 2023 y 2024 quede fuera del escrutinio.
“No están exentos de la revisión de la Secretaría Anticorrupción ni de la Auditoría Superior de la Federación (ASF)”, afirmó la mandataria. Además, recalcó que, de encontrarse irregularidades, se aplicarán sanciones administrativas, y en caso de que se configuren delitos, se procederá conforme a la ley ante el Ministerio Público.
Por su parte, la ASF reveló que en la revisión del presupuesto del INAI correspondiente a 2023 se identificaron prácticas cuestionables, como nepotismo y posibles “moches”. Según el informe, al menos 62 servidores públicos del instituto tenían familiares trabajando en el mismo organismo, incluyendo padres, hijos, hermanos, primos y cónyuges. Asimismo, se documentaron casos de servidores públicos que solicitaban a su personal entregar parte de sus sueldos para conservar sus empleos, una práctica reportada entre 2018 y 2022.
Ante estas revelaciones, la administración de Sheinbaum busca asegurar que la desaparición del INAI no implique impunidad para quienes hayan incurrido en irregularidades.
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