El Gobierno de Estados Unidos entregó a México a Julio César Chávez Jr., hijo del histórico campeón de boxeo, quien enfrenta cargos por delincuencia organizada y tráfico de armas. La Fiscalía General de la República (FGR) había obtenido una orden de aprehensión contra él en marzo de 2023, misma que se cumplió tras su detención en California el pasado 2 de julio.
De acuerdo con el Registro Nacional de Detenciones, se entregó a Julio César Chávez Jr. en la garita Dennis DeConcini, en Sonora, y posteriormente trasladado a la Jefatura de la Policía Federal Ministerial en la entidad. Más tarde, ingresó al Centro Federal de Reinserción Social (Cefereso) número 11, en Hermosillo, un penal de máxima seguridad.
Según el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el excampeón mundial de peso mediano mantiene vínculos con el Cártel de Sinaloa, relación que se habría estrechado tras su matrimonio con Frida Muñoz, exesposa de Edgar Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Investigaciones de la FGR, difundidas por medios nacionales, señalan que Chávez Jr. incluso llegaba a golpear a miembros de la organización criminal como parte de un rol asignado por Néstor Ernesto Pérez Salas, alias “El Nini”, uno de los jefes del cártel. El exboxeador habría sido utilizado para castigar físicamente a subordinados que cometían errores, tratándolos como “costales de boxeo”.
La acusación formal se sostiene en registros migratorios compartidos por las autoridades estadounidenses, en una detención previa por conducir bajo los efectos del alcohol y en dos llamadas telefónicas interceptadas entre presuntos narcotraficantes.
Con su ingreso al Cefereso, Chávez Jr. enfrenta un proceso judicial que podría definir su futuro muy lejos de los cuadriláteros en los que alguna vez brilló.
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