El coordinador del Gabinete de Seguridad del Gobierno del estado, José de la Peña, confirmó la existencia de un un «C5 de la delincuencia” en Quintana Roo, y dijo que estaba ubicado en la Ciudad de Chetumal.
La confirmación del funcionario tiene que ver con una información que dio a conocer esta semana el Presidente Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que se había detectado “un C5 de la delincuencia” en el estado, que incluso monitoreaba el aeropuerto.
El sistema de vigilancia al que hizo referencia el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en la conferencia del lunes pasado, era operado por el cártel de Caborca, que lideraba el narcotraficante Rafael Caro Quintero, de acuerdo con fuentes de inteligencia.
El FALSO Centro de Cómputo y Control (C5), se encontraba ubicado en una propiedad de Martín Quintero Payan, sobrino de Caro Quintero y líder del cártel de Caborca. Y a quien, según, se asienta en investigaciones que tienen en su poder autoridades federales y la DEA de Estados Unidos.
Dicho centro fue creado para mantener vigiladas a las fuerzas armadas y a la ciudad.
El informante refirió que dicho sistema de videovigilancia era operado de manera remota, con tecnología de punta, y tenía como finalidad garantizar la vigilancia de las pistas de aterrizaje clandestinas, habilitadas para la llegada de avionetas procedentes de Centroamérica cargadas de droga.
Dicho grupo criminal también vigilaba los caminos de terracerías desde Bacalar hasta Chetumal, en donde utilizaba pequeños negocios, casas y talleres situados en lugares estratégicos para colocar sus videocámaras que eran operadas de manera remota.
La vigilancia que mantenían al aeropuerto de Chetumal, estaba enfocado en conocer el carreteo de aeronaves para garantizar un aterrizaje seguro de sus aeronaves y evitar que fueran reportadas por los pilotos de los aviones comerciales o privados.
“No tenemos la información precisa de cuántas cámaras ni dónde estaban. Tenemos la información del municipio, que fue en Othón P. Blanco”, dijo.
El funcionario dijo que ese sistema no estaba vinculado al C5 oficial, pero que tenían información y estaban ubicados en lugares estratégicos.
“No es un tema que hayan imágenes del C5 que se hayan subido al sistema oficial. Pero sí había un centro de monitoreo que tenía información y estaban en lugares estratégicos”, explicó.
La vigilancia a distancia les permitía conocer el movimiento de las autoridades las 24 horas del día, en el trayecto a donde tenían ubicadas sus pistas clandestinas, casas de seguridad y almacenes para el trasiego de droga, principalmente cristal y cocaína.
La red de espionaje de manera remota que operaba el cártel de Caborca, se independizó luego de la liberación de Rafael Caro Quintero; sin embargo, la reciente captura de Martín Quintero Payan, en el Sur de la Entidad, derivó en una serie de cateos.
Fue precisamente la declaración del sobrino del “narco de narcos” que permitió el sistema de espionaje que le permita operar sin la presencia de punteros y la cual era monitoreado de manera remota desde teléfonos celulares en la zona de Xul-Ha.
El bastión de los criminales en el Sur del Estado se debe a que operan la llegada de cocaína y droga sintética; sin embargo, la pugna que mantienen con el cártel de Sinaloa en todo el país, no les permite avanzar hacia el Norte de la Entidad, donde su presencia es casi nula.
Las autoridades federales también investigan la posible colusión de operadores de dicho grupo criminal con al menos tres mandos de la policía ministerial, quienes estaban a cargo de filtrar información para evitar operativos y aseguramientos de droga.