En una escalada militar que sacude la península coreana, Corea del Norte disparó alrededor de 200 proyectiles de artillería el viernes cerca de dos islas surcoreanas, describiéndolo como una “respuesta natural” a maniobras realizadas por Corea del Sur. Este incidente, catalogado como uno de los más graves desde el bombardeo de Yeonpyeong en 2010, ha desencadenado tensiones en la región.
El líder norcoreano, Kim Jong Un, ha protagonizado una serie de declaraciones belicosas en los últimos días, amenazando con “aniquilar” a Corea del Sur y Estados Unidos. En medio de este contexto, China, principal apoyo de Corea del Norte, ha instado a todas las partes a mostrar “moderación” para evitar una escalada mayor y preservar la paz.
Según el ministerio de Defensa surcoreano, los disparos se efectuaron en áreas estratégicas, generando una fuerte condena por parte de Corea del Sur, que denunció el acto como una provocación que amenaza la paz en la península. Los habitantes de las islas surcoreanas recibieron órdenes de evacuación como medida preventiva.
Corea del Norte, por su parte, rechazó las acusaciones, calificando sus disparos como una “respuesta natural” a las maniobras de su vecino del sur. La tensión entre las dos Coreas ha alcanzado niveles sin precedentes, marcados por la inscripción en la Constitución norcoreana de su vocación como potencia nuclear y las pruebas de misiles balísticos intercontinentales.
Horas antes de los disparos, Kim Jong Un instó a aumentar la producción de lanzadores de misiles en preparación para un “enfrentamiento militar” con Corea del Sur y Estados Unidos.
La situación se torna aún más compleja, con acusaciones de que Corea del Norte suministró misiles a Rusia, los cuales habrían sido utilizados en ataques contra Ucrania, según el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby.
En este contexto, el líder norcoreano, Kim Jong Un, ha elogiado a los trabajadores de una fábrica de lanzadores, afirmando que han superado las metas de producción establecidas por el partido de gobierno. Este episodio, que sigue a la exitosa puesta en órbita de un satélite de reconocimiento en 2023, agrega capítulos de incertidumbre a la compleja situación en la península coreana.
(Con información de Debate)