Este 29 de agosto se celebra el Día Mundial del Gamer, una fecha establecida en 2008 para reconocer la creciente influencia de los videojuegos en la sociedad moderna. Aunque los videojuegos han sido criticados en diversos momentos por sus posibles efectos negativos, investigaciones recientes y expertos en neurociencia han revelado que, cuando se utilizan de manera adecuada, estos pueden ofrecer importantes beneficios para el desarrollo cognitivo y social.
El Dr. Federico Bermúdez Rattoni, investigador emérito del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es uno de los defensores de los efectos positivos de los videojuegos. Según él, esta actividad no es pasiva, como muchos creen. De hecho, jugar videojuegos requiere una interacción activa con el entorno digital, lo que estimula diversas áreas del cerebro y mejora habilidades cognitivas esenciales.
“Los videojuegos no solo modifican el cerebro, sino que también permiten desenvolvimiento en áreas críticas para el desarrollo personal”, afirma el Dr. Bermúdez Rattoni. El investigador explica que al interactuar con los juegos, los jugadores desarrollan su capacidad de atención, mejoran su procesamiento de información y estimulan diferentes tipos de memoria, como la de trabajo, la episódica y la de corto plazo.
Un estudio de la Universidad Abierta de Cataluña respalda estas observaciones, demostrando que los videojuegos activan una variedad de regiones cerebrales, incluyendo la red frontoparietal y el hipocampo derecho, entre otras. Esto significa que jugar videojuegos puede contribuir al desarrollo de habilidades útiles en otros campos, como la tecnología y la programación.
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Además, los videojuegos en línea, especialmente en su modalidad cooperativa, fomentan el trabajo en equipo y la comunicación, permitiendo a los jugadores desarrollar habilidades sociales y de liderazgo. Sin embargo, el Dr. Bermúdez Rattoni subraya la importancia de elegir videojuegos apropiados para la edad y personalidad del jugador, para asegurar una experiencia positiva y beneficiosa.
En conclusión, el Día Mundial del Gamer no solo celebra la pasión por los videojuegos, sino que también destaca su potencial para contribuir al desarrollo cognitivo y social, siempre y cuando se mantenga un uso equilibrado y consciente.