Ser feminista no se trata de una moda, es un movimiento que desde hace muchos años se viene construyendo alrededor de todo el mundo. Las mujeres que se denominan bajo este término luchan por los derechos y las injusticias hacia el sexo femenino. Entiende más
A propósito del próximo 8 de marzo, cuando se conmemora el Día Internacional de la Mujer y donde el feminismo gana todavía más protagonismo te recomendamos tres libros escritos por mujeres que te ayudarán a entender el movimiento, especialmente si eres principiante y no tienes ni la más remota idea de lo que conlleva denominarse feminista o quieres reforzar tus conocimientos sobre el tema.
3 libros para consagrarte como una verdadera feminista
Con estos libros aprenderás a ser feminista y conocerás aspectos al rededor del movimiento que muy probablemente no conocías. Estas lecturas te harán sentir más informada y lista para cuando vienen las preguntas sobre el feminismo por lo que tienes que leerlos al menos una vez en la vida.
1.- El segundo sexo Entiende más
Este libro, escrito por la filósofa y activista Simone de Beauvoir es un clásico para aprender los principios básicos del feminismo. En este libro, la escritora explica los límites de la libertad femenina y cuestiona las creencias sobre la feminidad, desafía las percepciones tradicionales y la relación entre ambos sexos.
Escrito en 1949, fue un rotundo éxito de ventas. Su autora comenzó a escribirlo cuando reflexionó sobre lo que había significado para ella el ser mujer. Comenzó a investigar acerca de la situación de las mujeres a lo largo de la historia y escribió este extenso ensayo que aborda cómo se ha concebido a la mujer, qué situaciones viven las mujeres y cómo se puede intentar que mejoren sus vidas y se amplíen sus libertades.
Es una de las obras fundacionales del feminismo y utiliza los conceptos existencialistas para indagar acerca de la vida de la mitad de la humanidad. También es considerada una obra enciclopédica, pues aborda la identidad de las mujeres y la diferencia sexual desde los puntos de vista de la sociología, la psicología, la historia, la antropología, la biología, la reproducción y la relación afectivo-sexual.
La teoría principal que sostiene Beauvoir es que «la mujer», o más exactamente lo que entendemos por mujer (coqueta, cariñosa, etc.) es un producto cultural que se ha construido socialmente sobre el cuerpo sexuado de las mujeres. La mujer se ha definido a lo largo de la historia siempre respecto a algo: como madre, esposa, hija o hermana. Así pues, la principal tarea de la mujer es reconquistar su propia identidad específica y desde sus propios criterios. Muchas de las características que presentan las mujeres no les vienen dadas por su genética, sino por cómo han sido educadas y socializadas. La frase que resume esta teoría es muy célebre: “No se nace mujer: llega una a serlo”.
Para Beauvoir, ser mujer no es un carácter natural, es el resultado de una historia, ya que ningún destino biológico o psicológico define a la mujer como mujer, es la historia de la civilización la que crea el estatus femenino. El eterno femenino, la femineidad no es una esencia natural. Las diferencias biológicas juegan un papel importante, especialmente en quedar embarazada y tener hijos, algo que los hombres no pueden, pero no es esa diferencia biológica la que funda la diferencia de estatus y de jerarquía entre varones y mujeres, la biología no define “la femineidad” como concepto (emotividad, dependencia, cuidados, suavidad, paciencia, sacrificio) explicando que de una hembra biológica se construye la condición “femenina” y se logra hacer una mujer al educarla en la femineidad, sin que exista vínculo natural entre mujer (hembra) y femineidad (género). Entiende más
Tras escribir este ensayo y recibir multitud de cartas escritas por mujeres diciendo que ahora comprendían mejor sus vidas, la filósofa se dio cuenta de que hacía falta un cambio social y político, por lo que se hizo feminista. El segundo sexo es considerado hoy como la obra principal de referencia de la corriente denominada feminismo de la igualdad. En 1956 el Santo Oficio decretaba la inclusión de diversas partes del escrito en el Índice de Libros Prohibidos por la Iglesia católica a sus fieles.
Este ensayo de casi un millar de páginas apareció por primera vez en París con el sello de Gallimard y aún perduran los ecos de la exitosa resonancia y de algunas controversias que provocó. El lenguaje que lo muestra y aspectos que lo caracterizan son de cuño existencialista.
Como quedó señalado, la obra aspira a manejar una pluralidad de registros que van desde lo biológico, lo psicoanalítico, pasando por lo histórico y lo marxista. La mira es puesta en principio, desde lo exterior, en particular desde la mirada masculina. Y a renglón seguido se desplaza hacia una descripción interna de la infancia de la mujer, de su iniciación sexual, de la época de madurez y por último de la ancianidad. Entiende más
2.- Una habitación propia
De Virginia Woolf, este escrito es uno de los principales manifiestos sobre la libertad y la independencia económica de las mujeres. En el texto, la autora plantea habla sobre los prejuicios, desventajas financieras y educativas que a lo largo de los años han inhibido la creatividad de las mujeres.
Publicado por primera vez el 24 de octubre de 1929, el ensayo está basado en una serie de conferencias que la autora desarrolló en octubre de 1928 en el Newnham College y el Girton College, ambas universidades femeninas de la Universidad de Cambridge. Si bien el ensayo emplea un narrador ficticio y la prosa para explorar a mujeres (tanto escritoras como personajes de ficción), y el manuscrito preparado para las conferencias se tituló “Mujeres y Ficción”, el ensayo está considerado no-ficción. Generalmente se clasifica como un texto feminista, y su argumento gira en torno a un espacio literal y ficticio para escritoras que se encuentran dentro de una tradición literaria dominada por hombres.
El título del ensayo proviene de la idea de Woolf de que “una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir novelas”. Woolf observa que las mujeres han sido apartadas de la escritura debido a su pobreza relativa, y que la libertad económica traerá a las mujeres la libertad para escribir: “Para empezar, tener una habitación propia… era algo impensable aun a principios del siglo diecinueve, a menos que los padres de la mujer fueran excepcionalmente ricos o muy nobles”. El título también se refiere a la necesidad de cualquier autor de tener licencia poética y la libertad personal para crear arte.
El ensayo examina si las mujeres eran capaces de crear, y la libertad que tenían para producir un tipo de trabajo de la calidad de William Shakespeare, atendiendo a las limitaciones que las mujeres escritoras, pasadas y presentes, enfrentan.
El padre de Virginia, Leslie Stephen, siguiendo el pensamiento de su época, consideraba que solo había que enviar a la escuela a los chicos de la familia. Woolf difundió la idea de que, dado que su padre no creía necesario invertir en la educación de sus hijas, ella fue privada de la experiencia de escolarización formal. Aun así, recientemente se ha descubierto en el archivo del King’s College de Londres que Virginia y su hermana Vanessa asistieron al Departamento de Mujeres del King’s College, donde cursaron clases de griego y alemán durante unos años. Con los temas tratados por Woolf en el ensayo, la autora está dirigiéndose a mujeres que tienen la oportunidad de aprender en un contexto formal y comunal. Woolf insiste a su audiencia sobre la importancia de la educación y al mismo tiempo les advierte de la precariedad de su posición como mujeres en la sociedad. Entiende más
En el ensayo, Woolf realiza un importante recuento histórico de escritoras hasta esa fecha. Examina las carreras de varias autoras, incluyendo a Aphra Behn, Jane Austen, las hermanas Brontë, Anne Finch, la condesa de Winchilsea y George Eliot. Además de estas, habla también de la destacada estudiosa y feminista Jane Ellen Harrison, y se inspira en ella. Harrison es presentada en el ensayo solo por sus iniciales, separadas por largos guiones, y Woolf se refiere a ella como “la famosa estudiosa… J —- H—- “.
Habla asimismo de Rebecca West y cuestiona a Desmond MacCarthy (al que se refiere como “Z”), quien desestima a West como una “feminista acabada”. Entre los hombres a los que les reprocha su visión de las mujeres figura F. E. Smith, primer conde de Birkenhead (al que se refiere como “lord Birkenhead”), que se oponía al sufragio femenino y de quien Woolf dice que “no se molestará en tener en repetir la opinión de lord Birkenhead sobre las mujeres escritoras”. El ensayo también cita a Oscar Browning a través las palabras (posiblemente inexactas) de su biógrafo H. E. Wortham: “‘… la impresión que le quedaba en la mente tras corregir cualquier clase de exámenes era que… la mujer más dotada era intelectualmente inferior al hombre menos dotado'”. Además de estos, Woolf se refiere sutilmente a muchos de los intelectuales más prominentes de su época. Entiende más
3.- Todos deberíamos ser feministas
Bajo la autoría de Chimamanda Ngozi Adichie, la escritora habla sobre el feminismo en el siglo XXI, explica que el machismo hace mucho daño tanto a hombres como a mujeres y nos brinda una definición singular de lo que significa ser feminista en nuestros tiempos. El escrito hace referencia a una conferencia de TEDx Tall que dio la misma escritora.
La autora explica a partir de un lenguaje elocuente y perspicaz, cómo ser feminista está definido en la sociedad del siglo XXI. El papel de la mujer actual e ideas para crear un mundo más justo se desarrolla a partir de un estilo claro, directo y con gran sentido del humor.
“Hoy me gustaría pedir que empecemos a soñar con un plan para un mundo distinto. Un mundo más justo. Un mundo de hombres y mujeres más felices y más honestos consigo mismos. Y esta es la forma de empezar: tenemos que criar a nuestras hijas de otra forma. Y también a nuestros hijos”.
Kirkus Review lo define como: “Un ensayo conmovedor que debería llegar a todos los estudiantes y profesores para provocar un nuevo debate y concienciar a los más jóvenes y no tan jóvenes”.
El ensayo es la versión revisada de una conferencia TEDxEuston en diciembre de 2012, el cual es un simposio anual centrado en África. A partir de la idea de que los estereotipos limitan nuestro pensamiento y le dan forma, y en concreto, los estereotipos de África.
Chimamanda Ngozi creía que con el adjetivo “feminista2 y la idea del feminismo sucede lo mismo, se manipula a partir de los esteotipos fijados. Ella creía en hablar del feminismo por la importancia que tiene para ella, aunque dudaba debido a que no es un tema muy popular.
Otros libros que hablan del feminismo
- La teoría King Kong de Virginie Despentes
- Antología feminista de Las tesis
- El género en disputa de Judith Butler
(Con información de El Heraldo/Michelle Galaviz) Entiende más Entiende más Entiende más