El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha avalado la ley que podría obligar a TikTok a suspender sus operaciones en el país antes de este domingo, debido a que la plataforma no se ha desvinculado de su empresa matriz, la china ByteDance.
El fallo establece que los 170 millones de estadounidenses que actualmente utilizan la aplicación podrán mantenerla instalada en sus dispositivos. Sin embargo, a partir del 19 de enero, TikTok dejará de recibir actualizaciones, y su descarga ya no será posible, lo que, eventualmente, podría llevar al cese completo de sus operaciones.
A pesar de la decisión del Supremo, el futuro de TikTok en Estados Unidos sigue siendo incierto, ya que dependerá en gran medida de las acciones del presidente electo, Donald Trump. Cabe recordar que, durante su primer mandato (2016-2021), Trump intentó prohibir la aplicación, aunque en esta ocasión parece estar más dispuesto a permitir su continuidad.
De hecho, la Casa Blanca informó que el gobierno saliente de Joe Biden dejará en manos de Trump la implementación de la ley, dado que asumirá el cargo el lunes, un día después de la fecha límite establecida. Esta decisión también podría llevar a TikTok a suspender voluntariamente sus operaciones en el país, según las declaraciones de un abogado de la compañía durante los argumentos presentados la semana pasada ante el Tribunal Supremo.
Por su parte, Trump ha comenzado a explorar opciones para garantizar la continuidad de la plataforma. Según el congresista de Florida Mike Waltz, quien será el próximo asesor de Seguridad Nacional, Trump está buscando alternativas para evitar que TikTok desaparezca. Además, en una publicación en su red social Truth Social, Trump afirmó haber discutido el tema de TikTok con el presidente de China, Xi Jinping, durante una reciente conversación telefónica.
El origen del veto a TikTok
El veto a TikTok tiene su origen en una ley aprobada por el Congreso en abril de 2024, con amplio respaldo bipartidista. Esta legislación otorgaba a ByteDance un plazo de nueve meses para vender las operaciones de TikTok en Estados Unidos a un comprador que no representara un “adversario” para el país. De no cumplirse esta condición, la aplicación sería prohibida el 19 de enero por razones de seguridad nacional.
Sin embargo, ByteDance ha optado por no vender TikTok y, en su lugar, ha llevado el caso a los tribunales. La compañía argumenta que la prohibición violaría la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que protege la libertad de expresión.
No obstante, los jueces del Tribunal Supremo, de mayoría conservadora, rechazaron de manera unánime los argumentos de TikTok, respaldando así la ley aprobada por el Congreso.
Preocupaciones por la seguridad nacional
Tanto el Gobierno de Biden como los legisladores que impulsaron la normativa consideran que la desvinculación de TikTok y ByteDance es crucial para la seguridad nacional. Según ellos, existe el riesgo de que el Gobierno chino pueda acceder a los datos de los usuarios estadounidenses o influir en el debate público en el país.
En respuesta, TikTok ha negado de manera reiterada estas acusaciones, asegurando que no puede ser utilizada como herramienta de Beijing para influir en la opinión pública de Estados Unidos.
Con el fallo del Tribunal Supremo y la inminente fecha límite, el destino de TikTok en Estados Unidos parece estar más en el aire que nunca, mientras las tensiones entre privacidad, seguridad y libertad de expresión continúan en el centro del debate.
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