CANCÚN, Q. ROO.– Estudiantes de Ingeniería Ambiental de la Universidad del Caribe participaron en la tercera expedición a la Reserva de la Biosfera Sian Ka’an, sumándose al esfuerzo interinstitucional para recuperar 100 hectáreas de manglar rojo en la zona de El Playón, frente a la comunidad de Punta Allen, un ecosistema que sufrió degradación severa por más de cuatro décadas.
El trabajo, coordinado por la asociación Amigos de Sian Ka’an, A.C. con apoyo de la comunidad de Xhazil Sur y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), busca revertir el daño causado desde 1982 cuando la construcción de un camino de terracería interrumpió el flujo natural de agua, afectando más de 500 hectáreas de manglar.
Monitoreo ambiental especializado
Desde mayo de 2025, la Universidad del Caribe se integró como aliada académica para fortalecer el monitoreo ambiental de la restauración. Durante la expedición del 31 de octubre al 3 de noviembre, los estudiantes realizaron:
Mediciones de caudal y nivel del mar y laguna
Análisis de flujos de carbono en el ecosistema
Evaluación científica del avance de las acciones de recuperación
Acciones de restauración en curso
El proyecto de recuperación incluye:
Rehabilitación de flujos hidrológicosnaturales
Construcción de centros de dispersiónpara especies
Reforestación activa de manglar rojo
Seguimiento científico para garantizar impacto a largo plazo
Importancia ecosistémica y comunitaria
La restauración del manglar rojo es esencial para:
Protección costera contra fenómenos meteorológicos
Captura de carbono y mitigación del cambio climático
Conservación de biodiversidad en la Reserva de la Biosfera
Sustento de comunidades localescomo Punta Allen y Xhazil Sur
Colaboración interinstitucional
Este esfuerzo reúne a comunidades locales, gobierno, asociaciones civiles y academia en un modelo de conservación participativa. “Con la fuerza de la ciencia, la comunidad y la cooperación interinstitucional, avanzamos en la recuperación de uno de los ecosistemas más valiosos”, destacaron los organizadores.
La participación de estudiantes de la Universidad del Caribe no solo aporta datos científicos cruciales para el proyecto, sino que también forma a futuros profesionales en restauración ecológica y manejo sustentable de áreas naturales protegidas, creando capacidades locales para la conservación a largo plazo del patrimonio natural quintanarroense.








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