La Casa Blanca confirmó que no se aplicarán aranceles del 10 por ciento a las importaciones provenientes de México y Canadá, rectificando así lo que poco antes había declarado el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent.
“Ninguno de estos dos países recibirá el nivel base del 10 por ciento en este momento”, aseguró un funcionario de la oficina presidencial estadounidense, en respuesta a una consulta de la agencia EFE.
Sin embargo, previamente, Bessent había afirmado que México y Canadá estaban incluidos en el esquema arancelario anunciado este miércoles por el presidente Donald Trump, lo que generó confusión y especulación en los mercados.
En un giro significativo, Trump reculó respecto a la ofensiva comercial que había anunciado hace una semana. A partir de hoy, y durante un periodo de 90 días, las importaciones de la mayoría de sus socios comerciales estarán sujetas a un gravamen del 10 por ciento.
Cabe recordar que, en febrero, Trump anunció que impondría un arancel del 25 por ciento a México y Canadá, bajo el argumento de que ambos países no han hecho lo suficiente para detener la migración irregular ni el tráfico de fentanilo. No obstante, en marzo decidió congelar la aplicación de ese impuesto aduanero sobre los bienes amparados por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
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Más adelante, el pasado 2 de abril, Trump presentó su plan de “aranceles recíprocos”, que incluyó un gravamen general del 10 por ciento y aumentos adicionales para regiones con superávits comerciales significativos frente a EE.UU., como China y la Unión Europea (UE). En ese contexto, México y Canadá fueron excluidos de la lista de países sancionados, al menos de manera temporal.
A pesar de esta excepción, el anuncio de hoy tuvo un impacto inmediato en los mercados: las cotizaciones en Wall Street repuntaron tras varias jornadas de pérdidas, reflejando una reacción positiva ante la tregua parcial anunciada por Trump.
Sin embargo, es importante destacar que China quedó fuera de dicha tregua, ya que los aranceles sobre sus productos se elevaron hasta el 125 por ciento, en respuesta a las represalias comerciales que el país asiático viene implementando desde la semana pasada.
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