Madres buscadoras, encabezadas por la activista Ceci Flores, tomaron este lunes las instalaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en demanda de un diálogo directo y público con su titular, Rosario Piedra Ibarra.
De acuerdo con Flores, la CNDH omite el sufrimiento de las víctimas de desaparición forzada en México. A través de sus redes sociales, denunció que no solo se ignora el dolor de miles de familias, sino que incluso se justifica desde las instituciones:
“Tomamos la CNDH porque no solo ignoran el dolor de todo un país, también lo justifican; además, desde estas oficinas se coordinan denuncias y acciones legales contra las víctimas”, escribió la fundadora del colectivo.
Asimismo, las madres buscadoras advirtieron que, de no ser recibidas en una audiencia transmitida en vivo, podrían bloquear Periférico como medida de presión.
Por otro lado, Flores ofreció disculpas tanto al personal de la comisión como a la ciudadanía, subrayando que la toma del edificio no es un acto contra los trabajadores, sino una respuesta desesperada ante la indiferencia institucional:
“A los trabajadores les pido una disculpa, ustedes conocen el dolor y viven todos los días bajo las órdenes del silencio. A la ciudadanía les ruego, nos perdonen, no solo es por nosotras, es por las cientos de miles de víctimas a las que quieren dejar sin voz”, expresó.
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Además, reafirmó que su lucha va más allá de sus propias historias:
“Luchamos por ser la última generación de buscadoras; porque ahora no solo nos toca buscar a nuestros hijos, también nos toca buscar nuestros derechos”.
En respuesta, la CNDH emitió un comunicado en el que negó haber impedido el ingreso de Ceci Flores. La institución aseguró que se activaron protocolos de seguridad, ya que la activista habría llegado con amenazas de tomar el edificio.
Finalmente, este nuevo enfrentamiento evidencia el creciente desgaste entre organizaciones de víctimas y organismos oficiales, así como la urgente necesidad de canales efectivos de escucha y atención.