Murió este sábado a los 98 años de edad el primer actor, Ignacio López Tarso, símbolo del cine teatro, y televisión en México.
El histrión había sido internado hace unos días en un hospital de la colonia Roma, en la Ciudad de México, tras ser reportado con neumonía y con obstrucción intestinal.
Este sábado, su hijo, Juan Ignacio Aranda detalló en un mensaje que el primer actor se encontraba en terapia intermedia.
Nacido en la Ciudad de México en el año de 1925, López Tarso es considerado uno de los artistas más importantes de la escena mexicana del siglo XX.
Estudió arte dramático en la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes, e inició su carrera de actor en la Compañía de Teatro Estudiantil Autónomo.
Formó parte de la Época de Oro del cine mexicano, además de que compartió créditos con actores de la talla de Dolores del Río, Marga López, Carlos López Moctezuma, Elsa Aguirre, Luis Aguilar, Katy Jurado, Pedro Armendáriz, María Félix y Emilio “El Indio” Fernández, entre otros.
Debutó en el cine con la cinta La Desconocida, dirigida por Chano Urueta. Aunque alcanzó la fama con la cinta Macario (1960),. También destacó por su participación en Nazarín (1958), El gallo de oro (1964), Pedro Páramo (1967), y La vida inútil de Pito Pérez (1970).
En televisión, algunos de sus proyectos fueron El Derecho de Nacer, Senda de Gloria y El Encanto del Águila.
En teatro, el primer actor interpretó más de 100 obras como Edipo Rey, Hipólito, Macbeth, Otelo, El Rey Lear, El Avaro, Cyrano de Bergerac, Drácula y 12 Hombres en Pugna, entre decenas de obras.
En 2007 obtuvo el Ariel de Oro por su trayectoria fílmica y también fue distinguido con el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2015.
Además se desempeñó en la política como diputado federal a inicios de los años noventa.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México lamentó profundamente el fallecimiento de Ignacio López Tarso, “uno de los más grandes actores de México. Destacó en teatro, televisión y cine, siendo “Macario” la película que lo consolidó en la memoria colectiva de nuestro país”.
Ignacio López Tarso, símbolo del cine mexicano
Hablar de Ignacio López Tarso es hablar de una de las figuras más emblemáticas de la escena artística mexicana del siglo 20.
López Tarso nació en la Ciudad de México el 15 de enero de 1925 y su primer acercamiento al mundo del espectáculo fue cuando sus padres lo llevaron a una función de teatro de carpa cuando tenía ocho años de edad.
En 1949 ingresó a la Escuela de Teatro de Bellas Artes donde tuvo como profesores a Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, Celestino Gorostiza, Clementina Otero, Fernando Torre Laphane y Francisco Monterde.
Durante su estancia en dicha institución perteneció al grupo Teatro Estudiantil Autónomo dirigido por Xavier Rojas.
En su trayectoria dentro del teatro fue dirigido por Xavier Rojas, Salvador Novo, Celestino Gorostiza, Álvaro Custodio, Ignacio Retes, Seki Sano, Alejandro Jodorowski, José Solé entre otros.
Realizó más de 100 obras de teatro entre las que destacan su interpretación de los Clásicos como Edipo Rey, Macbeth, Otelo y el Rey Lear, el Ávaro y Cyrano de Bergerac.
En tanto, en el cine, trabajó con los directores más importantes de la Época de Oro del Cine Mexicano como Roberto Gavaldón, Ismael Rodríguez, Julio Bracho, Luis Alcoriza, Jorge Fons y Miguel Sabido. Mención especial requiere su trabajo con los internacionales Luis Buñuel y John Huston.
Su trabajo en cine incluye más de 50 películas entre las que destacan ‘Macario‘, ‘El hombre de papel‘, ‘Días de otoño‘, ‘El profeta Mimí’, ‘El gallo de oro, ‘La vida inútil de Pito Pérez’, ‘La rosa blanca’ y ‘Nazarín’.
Precisamente ‘Macario‘ cobra especial importancia dentro de su trabajo por el protagónico de la historia de Bruno Traven que se convirtió en la primera película mexicana en ser nominada a un Premio de la Academia de Hollywood como Mejor Película en Lengua Extranjera.
Pero su trabajo artístico también cuenta con más de mil programas unitarios, series y telenovelas.
López Tarso cosechó una vida con reconocimientos entre los que destacan haber sido galardonado en dos ocasiones con el Premio ‘Golden Gate’ como Mejor actor por ‘El hombre de papel’, de Ismael Rodríguez y la segunda por ‘Macario’, de Roberto Gavaldón.
Obtuvo el Premio Ariel por su actuación en la cinta ‘La rosa blanca’; mientras que estuvo nominado por las películas ‘El profeta Mimí’ y ‘Rapiña’.
En 2007 recibió el Ariel de Oro por su amplia trayectoria fílmica además de hacerse acreedor de diversos premios por su participación en telenovelas.
En el año 2015 obtuvo el Premio Nacional de Ciencias y Artes por su trabajo dentro de la escena nacional mientras que en 2022 la Universidad de Ixtlahuaca (CUI) otorgó a Ignacio López Tarso un doctorado Honoris Causa en Artes y Humanidades.
Con su muerte se cierra una de las trayectorias artísticas más destacadas del mundo del entretenimiento que por más de 70 años se desarrolló en cine, teatro y televisión y que será insustituible en la cultura popular de México.
López Tarso, el actor incombustible que cautivó a los mexicanos casi un siglo
Si hubiese que quedarse con un rasgo del actor mexicano Ignacio López Tarso, muerto este sábado a los 98 años debido a una oclusión intestinal y una grave neumonía, sería su naturaleza incombustible. Prácticamente nunca dejó de actuar a lo largo de casi un siglo de vida en el que cautivó a millones de mexicanos.
Los actores que trabajaron con él coinciden en su pasión por el trabajo en las tablas. Y fuera de ellas, pues aunque su medio favorito en los últimos años fue el teatro, el veterano intérprete tuvo también una estrecha relación con el cine y la televisión.
López Tarso nació un 15 de enero de 1925 en la Ciudad de México y siempre fue un apasionado de la actuación en cine, teatro y televisión y sólo paró cuando lo atacaron las enfermedades o durante la pandemia de COVID-19.
De hecho, hasta este 2023, López Tarso (1925-2023) era una de las pocas figuras que quedaban vivas todavía de la llamada Época Dorada del cine mexicano (1936-1959).
Durante esa época se le pudo ver luciendo porte y bigote junto a estrellas inmortales como María Félix en filmes como “La estrella vacía” (1958).
El talento del actor le llevó a trabajar con los mejores, destacando entre ellos el cineasta español exiliado en México, Luis Buñuel.
Juntos, López Tarso y Buñuel llevaron a la gran pantalla Nazarín (1959).
Pero más allá de su colaboración con el genio español, el actor participó en más de 50 películas a lo largo de su vida.
Y le parecían pocas, según reconoció en una entrevista en 2016 con motivo del festival de artes escénicas Cervantino.
“Si en mi vida he hecho 50 películas, pues es muy poco. Y de las 50, tengo unas 20 que me gustan, otras 20 que son regulares y 10 que ni mencionarlas. Mejor las olvidamos”, apuntó entonces.
Su trayectoria le hizo valedor en dos ocasiones del premio a mejor actor en los premios Ariel del Cine Mexicano. Una fue en 1973 por la película Rosa Blanca y otra en el año 2007, el cual fue un reconocimiento a su trayectoria fílmica.
En televisión también hizo méritos para ganarse el cariño del público y la crítica, con la participación en series como El derecho de nacer (1981).
En los últimos años se le vio mucho por los teatros con obras como Un Picasso o Una vida en el teatro, esta última una pieza de David Mamet estrenada en 2019 que sirvió al actor como pretexto para hacer un repaso a su trayectoria teatral junto a su hijo Juan Ignacio Aranda.
En su boca se han puesto las palabras de muchos de los mejores dramaturgos del siglo XX, como Arthur Miller, Luigi Pirandello o Eugene Ionesco.
El actor tiene el honor de que en Ciudad de México haya un teatro que lleva su nombre, un hecho que, tras su fallecimiento, se vuelve todavía más relevante para honrar su talento y memoria.
Al margen de su vocación artística, exploró otros terrenos como la política, rubro en el que logró ser diputado federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde 1988 hasta 1991.
En julio de 2019, López Tarso opinó sobre el cambio político vivido en el país y realzó la labor del partido de sus amores, el PRI, que gobernó más de 70 años en México.
Ya era tiempo de que viniera otro partido con la fuerza suficiente para desplazarlo (al PRI) es bueno el cambio de gobierno y de estilo de gobernar, es bueno para México, así van a descubrir que lo mejor que han tenido es el PRI”, aseguró el actor en una entrevista.
En la misma, se negó a opinar sobre la labor del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien gobierna desde el 1 de diciembre de 2018 tras ganar con el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
El Tarso, se lo debe al apóstol romano San Pablo, pues era originario de la ciudad de Tarso, en Turquía, un nombre que sedujo al actor y le acompañó durante sus éxitos.
El actor, inconfundible por su abundante pelo gris, su tez café y unos ligeros rasgos indígenas, falleció con la certeza de haber hecho hasta el último minuto lo que más amaba: subirse a un escenario, jugar a ser otra persona para, así, contar historias a la gente.
(Con información de López-Dóriga Digital y El Heraldo de México)