La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reconoció que la distribución de agua pactada hace décadas entre México y Estados Unidos enfrenta dificultades debido a la escasez del líquido. No obstante, aseguró que su gobierno ya está atendiendo el problema tras las recientes quejas del gobernador de Texas, Greg Abbott.
Atención al conflicto hídrico
En su conferencia matutina desde Palacio Nacional, Sheinbaum afirmó que la situación está siendo revisada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), el organismo responsable de supervisar este acuerdo binacional.
“Se está atendiendo (…) porque salió ayer el gobernador de Texas (Greg Abbott) y se está atendiendo por parte de Conagua y CILA, que es quien se encarga de revisar este tratado”, explicó la mandataria.
A pesar de ello, argumentó que la crisis se debe a la disminución del agua en los estados fronterizos que colindan con Texas, lo que ha complicado el cumplimiento del tratado. Sin embargo, destacó que su gobierno ya ha firmado un acuerdo sobre el tema y se dará seguimiento al problema.
“Se va a atender, para que se conozca, ya se está atendiendo”, reiteró.
Presiones desde Texas y EE.UU.
Las declaraciones de Sheinbaum se dan en respuesta a una nueva presión desde Texas, donde legisladores estatales han solicitado al expresidente Donald Trump que incluya este tema en las negociaciones arancelarias con México.
En un documento presentado la semana pasada, los legisladores texanos exigieron al gobierno de Sheinbaum cumplir con el Tratado de Aguas de 1944, argumentando que México ha incumplido con sus obligaciones en las últimas tres décadas.
Según datos de la Universidad Texas A&M, la escasez de agua ha provocado pérdidas de hasta 993 millones de dólares anuales en el sur de Texas, especialmente en el sector agrícola que depende del suministro hídrico para la irrigación.
Como parte de la presión, el decreto presentado por los legisladores texanos exige al Departamento de Estado de EE.UU. y a la CILA tomar medidas para garantizar que México cumpla con el acuerdo.
Posibles sanciones y aranceles
Este conflicto sobre el agua se desarrolla en un contexto tenso entre México y EE.UU., ya que la administración estadounidense ha amenazado con imponer un arancel del 25% a productos mexicanos.
Dicha medida busca presionar a México para que refuerce el combate al tráfico de fentanilo y a la migración indocumentada.
No obstante, la presidenta Sheinbaum ha señalado que aguardará hasta el 2 de abril, fecha en la que Estados Unidos tiene previsto aplicar los nuevos aranceles, antes de decidir las acciones que tomará su gobierno.
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