Decenas de negocios en Estados Unidos cerraron el lunes en apoyo a la protesta “Un día sin inmigrantes”, una movilización organizada en redes sociales contra las políticas migratorias implementadas por el presidente Donald Trump.
La activista Wendy Guardado, una de las organizadoras del evento en Los Ángeles, informó que al menos 250 comercios suspendieron operaciones en solidaridad con la comunidad inmigrante. Además, varios distritos escolares, especialmente en el sur de California, reportaron una alta ausencia de estudiantes.
Según el Los Angeles Times, en una escuela primaria del sur de la ciudad, 390 de los 670 alumnos no asistieron a clases, con muchos padres justificando la ausencia como parte de la protesta.
Impacto laboral y movilizaciones de la huelga de inmigrantes
El efecto de la huelga también se sintió en varios pequeños negocios que operaron con menos personal, ya que muchos empleados se unieron a la manifestación. Incluso, algunos trabajadores de una cafetería en el Senado en Washington no acudieron a sus puestos.
En Chicago, Ana Cacatci, manifestante en la protesta, declaró a NBC:
“Mis padres emigraron aquí para que tuviéramos una vida mejor. Estamos aquí sólo para trabajar y queremos hacer esto por nuestra gente y sus derechos.”
Mientras tanto, comercios hispanos en varias ciudades colgaron carteles anunciando su cierre en apoyo a la jornada.
Reacciones y contexto político
Víctor Narro, director de proyectos del Centro Laboral de la UCLA, explicó al Los Angeles Times que la protesta resalta la importancia de los inmigrantes en la economía de EE.UU.:
“Con una población envejecida y tasas de natalidad en descenso, la fuerza laboral inmigrante será cada vez más crucial.”
El llamado a la acción circuló en internet desde la semana pasada, instando a los inmigrantes a no ir a trabajar, dejar a sus hijos en casa y abstenerse de hacer compras durante todo el lunes.
La protesta ocurre en un contexto de endurecimiento de las políticas migratorias por parte de Trump, quien ha eliminado amparos como el Estatus de Protección Temporal (TPS) para 350,000 venezolanos y ha propuesto habilitar 30,000 camas en la base de Guantánamo para detener a inmigrantes indocumentados.
Este evento recuerda a una movilización similar ocurrida en febrero de 2017, poco después de que Trump asumiera su primer mandato, donde también se registraron cierres de negocios y ausencias masivas en escuelas.
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