Un incidente inesperado tuvo lugar en el Museo de la Guardia Real de Caballería en Londres, cuando un caballo de la Guardia Real mordió a una turista que se le acercó para tomarse una foto. El episodio, que ocurrió frente a decenas de turistas, provocó que la mujer se desmayara tras la mordida.
Tourist FAINTS after being bitten by a Kings Guard’s Horse after she attempted to pose for a photo. pic.twitter.com/fXRGxdj867
— Oli London (@OliLondonTV) July 21, 2024
El incidente captado en video
El caballo, montado por un efectivo de la Guardia Real que custodiaba el recinto, mordió a la turista en el brazo. A pesar de la situación, el guardia no descendió para auxiliar a la víctima, quien fue atendida por otros civiles presentes en el lugar. Cabe destacar que había un letrero de advertencia al lado del caballo, el cual la mujer aparentemente ignoró.
El momento fue captado por testigos y rápidamente se viralizó en redes sociales. En el video se observa la fuerte mordida que sufrió la mujer, quien visitaba el museo el domingo 21 de julio. Tras el incidente, la turista tardó uno o dos minutos en desmayarse, ante la mirada de otros visitantes.
Auxilio y recuperación
La mujer se recuperó minutos más tarde, una vez que un oficial de policía llegó al lugar. No queda claro si ella decidió continuar con su visita al museo, que incluye la oportunidad de convivir con los equinos y observar las labores del equipo de caballería.
Un transeúnte fue quien le proporcionó los primeros auxilios, limpiando la herida con algodón, mientras el guardia real les sugería que buscaran ayuda, según reportó The Sun.
Un museo con historia
El Museo de la Guardia Real de Caballería, ubicado en el histórico edificio Horse Guards en Whitehall, al centro de Londres, fue edificado en 1750 y sigue en operaciones hasta el día de hoy. Abierto al público en 2007 por la reina Isabel II, el museo se ha convertido en uno de los atractivos turísticos más populares de la capital inglesa, según The London Pass.
Repercusiones y medidas de seguridad
Este incidente pone en evidencia la necesidad de reforzar las medidas de seguridad y la importancia de que los turistas respeten las señales de advertencia. Aunque la mujer no sufrió heridas graves, la mordida del caballo y el desmayo posterior resaltan los riesgos asociados con la interacción cercana con animales, incluso en entornos controlados.
La viralización del video ha generado un debate en redes sociales sobre la responsabilidad tanto de los visitantes como de los custodios en garantizar la seguridad en sitios turísticos de alta afluencia.