El intento de asesinato del expresidente Donald Trump ha sido catalogado como el “fallo operativo más significativo” para el Servicio Secreto en décadas, según reconoció su directora, Kimberly Cheatle, en una comparecencia ante el Congreso de Estados Unidos este 22 de julio.
Director of Secret Service Kimberly Cheatle claims she takes “full responsibility” for the failure to protect President Donald Trump.
If she truly accepts responsibility for the significant security failures, she should resign. pic.twitter.com/2ObmS2SX7M
— Speaker Mike Johnson (@SpeakerJohnson) July 22, 2024
Asunción de responsabilidad y presión política
Cheatle, quien enfrenta fuertes críticas y peticiones de dimisión por parte de algunos republicanos, asumió toda la responsabilidad por las fallas de seguridad. “Fallamos. Como directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, asumo toda la responsabilidad por cualquier fallo de seguridad”, declaró ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes.
A pesar de las afirmaciones de que el Servicio Secreto negó recursos para proteger a Trump, Cheatle afirmó que la seguridad para el expresidente había sido incrementada significativamente antes del intento de asesinato ocurrido el pasado 13 de julio durante un mitin en Pensilvania. “El nivel de seguridad proporcionado para el expresidente aumentó mucho antes de la campaña y se ha incrementado de forma constante a medida que evolucionan las amenazas”, aseguró. “Nuestra misión no es política. Es literalmente una cuestión de vida o muerte”.
Primera ronda de control del Congreso
La audiencia de este lunes marcó la primera ronda de control del Congreso sobre el intento de asesinato. El director del FBI, Christopher Wray, comparecerá el miércoles ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes. Además, el presidente de la Cámara baja, Mike Johnson, tiene previsto presentar un grupo de trabajo bipartidista que servirá de enlace para las investigaciones.
Resistencia a las peticiones de dimisión
Cheatle ha resistido las peticiones de dimisión de prominentes congresistas republicanos, entre ellos Johnson y el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell. El republicano James Comer, del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, reiteró esas peticiones durante la audiencia. “Creo firmemente, directora Cheatle, que debería dimitir. El Servicio Secreto tiene miles de empleados y un presupuesto importante. Pero ahora se ha convertido en el rostro de la incompetencia”, afirmó Comer.
El incidente ha puesto de relieve las vulnerabilidades en la seguridad de altos funcionarios y exmandatarios, subrayando la necesidad de revisiones y mejoras constantes en los protocolos de protección.