En el último año, la tecnología de generación de contenidos falsos, conocida como deepfakes, ha experimentado un desarrollo significativo, superando los límites de la alteración de imágenes y videos para incursionar en la falsificación de voces, conocida como deepvoice. Estos avances en la Inteligencia Artificial (IA) han generado preocupaciones entre expertos en ciberseguridad, quienes advierten sobre el creciente uso de estas herramientas para actividades delictivas.
Kaspersky, una empresa líder en seguridad informática, ha alertado que los deepfakes se están utilizando para evadir controles de seguridad, aprovechando la vulnerabilidad de los datos biométricos. La sofisticación de esta tecnología ha dado lugar a un floreciente mercado negro donde los precios del contenido falso oscilan entre $300 y $20,000 dólares por minuto, dependiendo de la calidad y complejidad del material.
Isabel Manjarrez, investigadora de seguridad del Equipo Global de Investigación y Análisis de Kaspersky, ha explicado que los avances en la IA Generativa y el aprendizaje automático han facilitado la creación de contenido multimedia falso cada vez más realista. Estas tecnologías pueden entrenarse con imágenes reales de una persona para generar videos convincentes que imiten sus movimientos y expresiones. Además, la misma técnica se aplica para la falsificación de voces, lo que aumenta el riesgo de que esta tecnología se explote para cometer fraudes financieros y otros delitos cibernéticos.
Deepfakes son un peligro para la ciberseguridad
La demanda de deepfakes en el mercado negro es tan alta que supera la oferta, lo que sugiere que en un futuro cercano podrían incrementarse significativamente los incidentes relacionados con contenido falso de alta calidad. Esta tendencia representa un desafío serio para la ciberseguridad, especialmente en un país como México, donde más del 70% de los usuarios desconocen qué es un deepfake.
Para combatir esta amenaza, Kaspersky recomienda estar alerta ante anomalías en el contenido multimedia, como inconsistencias en la iluminación, movimientos faciales o corporales inusuales, y distorsiones en la calidad del audio. Además, subrayan la importancia de educarse sobre estas tecnologías y utilizar herramientas de seguridad como Kaspersky Premium, que ofrecen protección contra amenazas conocidas y desconocidas en la navegación en Internet.
La evolución de los deepfakes es un recordatorio del poder y peligro de la IA, una herramienta cuyo uso ético depende del ser humano. A medida que estas tecnologías continúan avanzando, es esencial establecer pautas claras y fortalecer las medidas de seguridad para proteger a las personas y a las organizaciones de los riesgos asociados.
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