Cancún, 06 de julio 2023. – Ligia Gallegos sólo quería pasar un tiempo con su mamá. Era 10 de mayo y su sorpresa fue no encontrarla en casa, en la supermanzana 63, cerca del centro de Cancún. Preguntó y supo que su hermano José, de 55 años, la había llevado ‘a pasear’. Abuelitos
Con moretones en los brazos, tobillos y pies, heridas visibles en diferentes partes del cuerpo y en silla de ruedas, Ligia encontró ese día a su madre, María Luisa, de 89 años, en una plaza comercial.
“Ella estaba en desnutrición severa, con moretones en diferentes partes del cuerpo, lesiones y golpes, sus huesos se le notaban, estaba en una situación muy lamentable”, recordó.
Ligia no se quedó con los brazos cruzados, tomó a su mamá y la llevó al doctor. Quedó pasmada al enterarse de los resultados.
“Cuando la llevé a que le hicieran estudios, encontraron que estaba sobremedicada con ansiolíticos, él la tenía dormida, siempre permanecía en esa condición, presentaba severa desnutrición. La dejaron sin hablar, mi hermano le quitó la dentadura y no puede hablar, ni señalar a su agresor, mi propio hermano, su propio hijo”, dijo.
Cuando Ligia y sus sobrinas entraron a la casa de María Luisa descubrieron que no tenía alimentos sólidos en el refrigerador, sólo papilla de zanahoria y una salsa de tomate verde, hallaron su cama desgastada y oxidada, sin regadera en el baño y sin jabón para el cuerpo.
“Nos dimos cuenta de que sí come alimentos sólidos, sí mastica, traga, todo bien, nos dimos cuenta de que dejó de ser alimentada por mi hermano y por el cual estaba en esa situación. Ya le hemos dado frutas, nos pide agua, cosa que antes no le daban. No la bañaban a diario y la bañaban con jabón que sirve para lavar ropa”, afirmó.
Cuando la encontró en el centro comercial, María Luisa llevaba una sudadera y calcetines, a pesar de las altas temperaturas que normalmente hay en Cancún. “Desde hace mucho tiempo la tenía así, y con este calor, ya te imaginarás”.
Había sospechas de maltrato Abuelitos
Agresivo, prepotente y malo, es como Ligia Gallegos describió a su hermano José, un hombre que, dijo, se pelea con toda la familia y nunca busca la paz. Nunca se imaginaron que haría lo mismo con su propia madre.
Ligia comenzó a tener sospechas de que algo malo pasaba, porque José le impedía ingresar a la casa de su madre, incluso contrató cuidadoras que tenían la orden de no dejarla entrar. Cuando la llevaban al médico, él no avisaba a nadie ni daba explicaciones.
Todo esto le hizo ruido a Ligia, que comenzó a investigar, hasta que ese 10 de mayo descubrió el infierno en el que vivía su madre, en su propia casa, con su propio hijo. Abuelitos
“Él dice que es el cuidador de mi madre, cuando no lo es, ni siquiera tiene documentos que indiquen que él está a cargo. Ahora yo me pasé a vivir a casa de mi mamá, junto con mis sobrinas, desde que supimos la situación, para cuidarla y evitar que José siga maltratando a mi madre”, dijo.
Daños de pandemia Abuelitos
María Luisa quedó postrada en cama, sin posibilidades de caminar, cuando en el 2020 se contagió de covid-19. Quedó muy débil, bajó de peso y estuvo a punto de morir. Ligia y sus tíos estuvieron de acuerdo en que José se hiciera cargo de ella.
“Nunca pensé en el infierno que iba a pasar mi mamita”, dijo entre llanto.
Su mamá no quiso ir a otra casa para ser cuidada, su deseo ha sido morir en la casa que le dejó su esposo, pues es todo lo que le queda de él. “Por eso también dejamos que mi hermano se hiciera cargo de mi mamá”, contó Ligia.
Luego del duro proceso con el covid-19, aunque no podía caminar, María Luisa parecía estar bien, por eso toda la familia pensó que estaría en buenas manos.
Orden de desalojo
El 23 de junio, José, acompañado de su esposa, sus abogados y agentes ministeriales llegaron a la casa de su mamá para desalojarlas.
“Me estaban obligando a salir de la casa de mi mamá, según el documento que traían, que era una orden de desalojo, aun cuando el domicilio está a nombre de mi madre”, recordó. “Por eso hago responsable a mi hermano José Reynaldo de cualquier cosa que me pase a mí, a mis sobrinas, a mis hijas, a mi madre y a toda mi familia”.
Ligia afirmó que busca legalmente estar a cargo de su madre. “No permitiré que siga en manos de mi hermano”.
Intereses de por medio
Dos locales y una casa son algunas de las propiedades que tiene María Luisa. Según Ligia, su hermano ha comenzado a poner algunas propiedades a su nombre, pero hasta ahora no lo ha logrado.
“Mi mamá es propietaria de algunos locales sobre la avenida José López Portillo y la renta es cobrada por mi hermano”, dijo.
Ligia se armó de valor y lo denunció. El proceso avanza ante la autoridad judicial. “Ya se hizo la denuncia, desde que descubrimos la situación en la que estaba mi madre, todas estas pruebas ya están asentadas en la carpeta de investigación que hicimos en la Fiscalía de la Mujer e incluso tenemos protección y hay una orden de restricción para que mi hermano no se acerque a nosotras”.
HAY MÁS COMO MARÍA LUISA
Así como el de María Luisa, existen otros casos similares. De acuerdo con el DIF de Cancún, en la Casa de Asistencia Transitoria “Grandes Corazones” hay seis personas de la tercera edad, tres hombres y tres mujeres, bajo protección y resguardo de la autoridad municipal.
Doris Marisol Sendo Rodríguez, directora general del DIF Cancún, dijo que entre el 19 y el 23 de junio tenían 11 adultos mayores, pero cinco fueron trasladados a un asilo en Chetumal.
“Atendemos reportes de adultos mayores en riesgo, abandono o perdidos. En la Casa de Asistencia Transitoria Grandes Corazones, que es específico para esta situación de abandono, maltrato o en riesgo de su integridad física”, dijo.
Las personas que ingresan a la casa pueden estar desde tres meses hasta un año. Si no tienen una red de apoyo, son canalizadas a un asilo.
“Estamos 100 por ciento capacitados, tenemos personal de trabajo social, asesor jurídico, médicos, psicológico y más, para proteger a todas las personas mayores de edad que ingresan”, comentó.
MÁS DE 40 ABUELITOS ATENDIDOS EN 2023
Doris Marisol Sendo Rodríguez, directora general del DIF Cancún, informó que en lo que va del 2023 han auxiliado a más de 40 adultos mayores, aunque no todos se quedan, porque son entregados a familiares que no estuvieron involucrados en actos de violencia o abandono.
“A la semana tenemos hasta dos reportes. Es de recalcar que, si yo tengo un adulto mayor en casa y no lo cuido y lo dejo en abandono, puedo ser acreedor a una sanción. Es recomendable marcar al 9-1-1, para que el Geavig llegue como primer respondiente y ellos nos canalizan”, añadió.
Adela Jiménez Izquierdo, directora del Grupo Especializado de Atención a la Violencia Familiar y de Género en Cancún (Geavig), dice que el mes de mayo cerró con 10 reportes, todos por abandono, más del 90 por ciento por que sus familiares los dejaron a la deriva.
“En su mayoría, la violencia que ellos sufren es el abandono. Normalmente algunos casos son recurrentes, son abandonados, sus hijos o hijas ya no les asisten y ellos salen a las calles a la mendicidad”, afirmó.
Las zonas en donde más personas de la tercera hay deambulando son el centro de la ciudad, las supermanzanas 22, 23, 63 y 64 y zonas aledañas.
RESCATAN A ABUELITO ABANDONADO
Hace unos días, un vecino del fraccionamiento Villas Otoch Paraíso, en Cancún, denunció que había un abuelito solo.
Personal del Grupo Especializado en Atención a Víctimas de Violencia Familiar y de Género (Geavig) y de la Policía Municipal de Cancún llegaron para confirmar que el adulto mayor estaba encerrado en casa y sin compañía.
Un vecino refirió que, algunos días atrás, una persona a quien conoce como Marco, llegó y le dijo que la dueña de la casa le había permitido a su papá quedarse ahí, así que lo dejó y se retiró. Pasaron los días, pero Marco no regresó.
Con la revisión a la salud del abuelo, se determinó que tenía un severo cuadro de desnutrición, estaba débil y tenía problemas de salud. Los paramédicos lo trasladaron al Hospital General “Jesús Kumate Rodríguez”.
“Se encontraba en riesgo por desnutrición severa, deshidratación severa, brazo derecho infectado y síndrome de abandono social”, informó personal del hospital.
(Con información de La Verdad)