La oficina del inspector general del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha iniciado una investigación exhaustiva sobre el papel del Servicio Secreto en relación con el reciente intento de asesinato contra el expresidente Donald Trump. Este ataque, ocurrido durante un evento de campaña el 13 de julio, ha puesto bajo el microscopio la eficacia de las medidas de seguridad implementadas por la agencia encargada de proteger a los altos funcionarios del país.
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— kira 👾 (@kirawontmiss) July 16, 2024
El ataque al expresidente Donald Trump, ocurrido en un mitin de campaña, resultó en heridas leves para Trump, quien fue alcanzado por una bala en la oreja derecha. El agresor, identificado como Thomas Matthew Crooks, de 20 años, fue abatido por un francotirador del Servicio Secreto en el lugar del incidente. Además del atacante, el ataque provocó la muerte de un simpatizante de Trump y dejó a otros dos heridos, cuyas identidades no han sido reveladas por las autoridades.
Investigación del Inspector General
La oficina del inspector general ha decidido investigar el manejo del Servicio Secreto antes y durante el atentado. El propósito de esta investigación es “evaluar el proceso del Servicio Secreto de Estados Unidos para garantizar la seguridad en el evento de campaña del expresidente Trump del 13 de julio”. Esta revisión busca determinar si hubo fallos en la planificación, ejecución o respuesta durante el incidente.
Funcionarios clave del Servicio Secreto, el Departamento de Justicia y la Oficina Federal de Investigación (FBI) comparecerán ante una comisión del Senado estadounidense para proporcionar detalles sobre el ataque y las medidas de seguridad. La investigación busca aclarar si hubo deficiencias en los protocolos de seguridad y cómo se podrían mejorar para prevenir futuros incidentes.
Reacción de la Directora del Servicio Secreto
Kimberly Cheatle, directora del Servicio, ha reconocido la gravedad del incidente y asumido la responsabilidad por el ataque. Cheatle expresó que “la responsabilidad” recae sobre ella y su equipo, aunque ha declarado que no tiene intención de dimitir de su cargo. “Fue una situación que, como agente del Servicio Secreto, nadie quiere que ocurra en su carrera”, comentó Cheatle en una rueda de prensa.