Cancún, 2 de octubre 2023. – El mantenimiento de los campos de golf que en promedio tiene 18 hoyos y de 40 a 50 hectáreas, supera los 500 mil m3 anuales de agua, el equivalente al consumo doméstico de más de 8 mil personas y en el caso de el de Puerto Cancún con un tamaño con 74 hectáreas, la necesidad de riego y fertilizantes es aún mayor, ocasionando un daño irreversible al medio ambiente.
“Con los fertilizantes en los campos de golf finalmente todo termina dañando al medio ambiente, porque los químicos terminan en el mar provocando contaminación de los cuerpos de agua”, resalta la ambientalista Aracely Ramírez.
“Todo afecta, esto provoca que haya mucho sargazo, los fenómenos del alga los veíamos antes en Aruba y en otros lugares del Caribe, pero eso es porque estamos acidificando el mar con los fertilizantes químicos y eso obviamente hace que haya más alga, y esas algas tienen que llegar”, agrega.
En cuanto a los fertilizantes, de las áreas de lujo y esparcimiento se le aplican grandes cantidades de abonos químicos nitrogenados que salinizan el suelo y contaminan los acuíferos.
La activista mencionó que lo que antes era un proceso normal, ahora lo es en demasía, porque cada vez estamos contaminando más y eso es más que evidente.
Además, los biocidas son imprescindibles para el mantenimiento de estos jardines utilizados para el popular deporte, circulan a través del agua, del suelo y de la atmósfera.
De esta manera el impacto de un campo, además del consumo de territorio, urbanización del medio rural y natural, pérdida de conectores biológicos entre espacios naturales, contaminación de acuíferos, desfiguración del paisaje, presión humana por incremento del tráfico, ruido, contaminación lumínica nocturna, despilfarra un alto consumo del vital líquido.
En Cancún, los más de 15 campos de golf de clase mundial que hay, están diseñados por algunos arquitectos reconocidos como Jack Nicklaus y Nick Price permiten disfrutar del popular deporte vacacional con un alto precio al medio ambiente.
(Información de Gilda Piña)