La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) revisó al alza sus previsiones de crecimiento para las principales economías del mundo, sin embargo, las tasas de crecimiento previstas en su informe de Perspectivas Económicas son relativamente bajas en comparación con las previas a la crisis del Covid-19.
De igual forma, la inflación subyacente continúa elevada y la subida de los tipos de interés ha evidenciado ciertas vulnerabilidades de los mercados financieros.
Ante un nivel de deuda que aumentó drásticamente en algunos países ante los gastos por la pandemia y con las medidas para compensar la escalada de precios en energía por la guerra en Ucrania, la OCDE afirmó que el gasto público debe limitarse y ser más selectivo en beneficio de los más necesitados.
El informe de la organización calcula que la economía mundial crecerá un 2.7 por ciento durante este 2023, una décima arriba de lo que se había anticipado en su informe del mes de marzo y cinco décimas más que en noviembre del 2022.
Para el siguiente año, se espera una ligera aceleración que llegue hasta el 2.9 por ciento, lo cual sigue muy por debajo de la media de 3.4 por ciento que hubo entre 2013 y 2019 justamente antes de la pandemia de coronavirus.
Los países del G20 tendrán crecimientos muy distintos
En cuanto a los países del G20, la OCDE ha aumentado sus expectativas para este año, sin embargo, existen diferencias notables entre la progresión del producto interior bruto (PIB) que espera para los gigantes emergentes India (6%) y China (5.4%) y las potencias de occidente.
España será la nación con mayor expansión en términos relativos (2.1%), esto a pesar de que durante el primer trimestre de 2023 era uno de los cuatro países de la OCDE (con Alemania, Reino Unido y República Checa) que aún no recuperaban el nivel de actividad prepandemia.
Con un crecimiento menor al 2 por ciento serán Estados Unidos (1.6%), Australia (1.8%), Corea del Sur (1.5%), Canadá (1.4%) y Japón (1.3%), mientras que de Europa serán Italia (1.2%), Francia (0.8%), Reino Unido (0.3%) y Alemania, que tuvo un estancamiento total (0%).
Brasil y Argentina presentaron resultados totalmente opuestos
Ambos países presentaron suertes totalmente opuestas. En Brasil, el aumento del PIB tuvo una alza notable (siete décimas desde marzo) por lo que deberá cerrar en 1.7 por ciento este año, lo que aún se observa como “escaso” para las necesidades de una población joven y en crecimiento y que no será mejor para 2024 (1.2%).
Para Argentina, en cambio, se prevé un nuevo descenso con un año de recesión (-1.6%) y el que continuará para el ejercicio de 2024 (-1.1%).
Rusia se mantiene relativamente estable OCDE
La OCDE preveía una disminución del 10 por ciento del PIB en Rusia desde junio de 2022, para después ir nivelando esas previsiones hasta un 2 por ciento, sin embargo, cuando se dieron cuenta que su predicción no era atinada, cerraron su cifra para Rusia en un retroceso económico del 5.6 por ciento para 2023.
Con esto se demuestra que las sanciones impuestas al país asiático realmente no han tenido los efectos negativos deseados por Europa y Norteamérica, ya que Rusia ha podido comerciar con muchos países emergentes como China e India, quienes sustituyeron a Europa como su principal mercado de hidrocarburos.
En este tema, la economista jefa de la OCDE, Clare Lombardelli, advirtió que las restricciones comerciales y de inversión impuestas por algunos países a Rusia constituyen una amenaza, ya que pueden reducir las ventajas del comercio internacional y perjudicar las perspectivas de desarrollo en países pobres: “sólo unas reformas políticas estructurales ambiciosas pueden aumentar de forma sensible el crecimiento económico a largo plazo y la calidad de vida de las personas en todo el mundo”, aseveró la economista.
(Con información de EL Economista)