Cancún.- Los números no mienten y pintan un panorama desgarrador, Quintana Roo registró 10 mil 742 casos de violencia contra la mujer en el primer semestre del año, lo que equivale a mil 790 agresiones mensuales y aproximadamente 60 víctimas cada día.
Estas cifras oficiales del Banco Estatal de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres (Baesvim) exponen la grave crisis que vive el estado.
“Empezó con empujones y gritos, luego vinieron los golpes. Lo peor era ver el miedo en los ojos de mis hijos cuando su padre llegaba ebrio a casa”. Elena Martínez, madre de dos niños en Cancún, sobrevivió a 8 años de violencia que escalaron hasta una paliza que le fracturó dos costillas.
“Trabajaba como empleada en un hotel de la Riviera maya, mi esposo tenía poco trabajo, no duraba mucho en ellos, entonces cada quincena me quitaba el dinero.
Una vez me golpeó porque según él ‘me veía muy arreglada’ para ir a trabajar.
Mis hijos de 6 y 8 años tenían que esconderse en el baño cuando empezaban las discusiones”, relata con voz quebrada.
Elena forma parte de las mil 790 mujeres que mensualmente sufren violencia en Quintana Roo. Ella hizo varias denuncias pero siempre regresaba por miedo a quedarse sola con sus hijos.
1,790 mujeres agredidas mensualmente
417 víctimas semanalmente
60 mujeres violentadas cada 24 horas
2.5 agresiones por hora
Estos datos, lejos de ser frías estadísticas, representan el dolor de miles de mujeres que sufren violencia en sus hogares, comunidades, trabajos y espacios digitales.
Frente a esta emergencia, la Secretaría de las Mujeres, Esther Burgos presentó una cartelera con 585 actividades para erradicar la violencia ante la magnitud del problema.
Mientras dependencias gubernamentales planean eventos y ceremonias, casi mil 800 mujeres mensuales continúan siendo víctimas de algún tipo de violencia.
La gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, durante su participación en la conferencia de la presidenta Claudia Sheinbaum, afirmó que se tendra “Cero Tolerancia”, sin embargo las cifras muestran que la violencia sigue proliferando en todos los rincones de Quintana Roo.
Hoy, Elena y sus hijos lograron salir de ese ciclo de violencia gracias a unas amigas que le dieron cobijo y fuerza.
“Han sido meses de angustia, lo último que supe de él es que se había ido a otro estado con unos amigos por trabajo, nunca supo dónde me fui con mis hijos y tuve que salirme de trabajar para que no me siguiera. Lo que más duele es saber que mi caso es solo uno entre miles”, confiesa mientras abraza a su hijo menor.
Como Elena, miles de mujeres en Quintana Roo enfrentan no solo la violencia, sino también la burocracia, la revictimización y el miedo a denunciar.
La pregunta obligada es: ¿bastarán 585 actividades para contener esta ola de violencia que afecta a casi 60 mujeres diariamente?
Mientras las autoridades presentan carteleras y programas, las quintanarroenses exigen resultados concretos, protección real y justicia efectiva.
La situación demanda una estrategia integral con recursos suficientes, personal capacitado y sobre todo, la voluntad política para transformar estas escalofriantes estadísticas en historias de vida libre de violencia.








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