En su discurso de investidura, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció propuestas audaces que incluyen el renombramiento del Golfo de México como el “Golfo de América” y la intención de “retomar” el control del Canal de Panamá.
“Dentro de poco, vamos a cambiar el nombre del Golfo de México a ‘Golfo de América’”, afirmó el mandatario ante una audiencia que celebró sus palabras. A esta iniciativa se le vé como un símbolo de la restauración del poder estadounidense que Trump promete liderar.
Reclamos sobre el Canal de Panamá
Además, Trump expresó su intención de recuperar el control del Canal de Panamá, argumentando que la actual gestión por parte de China representa una traición al espíritu original del tratado firmado entre Estados Unidos y Panamá.
“China está operando el Canal de Panamá. Pero no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá, y lo vamos a retomar”, declaró.
El presidente también criticó el supuesto trato injusto hacia los navíos estadounidenses, denunciando tarifas excesivas y desigualdad en las condiciones. “Hemos sido tratados muy mal por este imprudente regalo que nunca tuvimos que entregar. La promesa de Panamá se ha roto, y el propósito de nuestro acuerdo ha sido totalmente violado”, aseguró.
Un discurso cargado de nacionalismo
En un tono marcadamente nacionalista, Trump prometió la “restauración de América” y afirmó que el país recuperará su posición como “la nación más grande, poderosa y respetada de la Tierra”, inspirando la admiración global.
Según el presidente, estas medidas no solo fortalecerán el liderazgo de Estados Unidos en la región, sino que también simbolizan un compromiso renovado con el interés nacional.
“En un breve tiempo, vamos a cambiar el nombre del Golfo de México por el Golfo de América”, reiteró, destacando que estas decisiones forman parte de su plan para reafirmar la soberanía y grandeza de Estados Unidos en el escenario internacional.
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