Cancún, 13 de septiembre 2023. – En alguna ocasión, es probable que hayas entablado una conexión con alguien a través de las redes sociales. Tras días de conversación y finalmente conocerse en persona, es posible que hayas llegado a considerar a esta persona como tu compañero o compañera ideal, con quien podrías compartir el futuro. Esta situación es parecida a la que experimentaron Elena y Ricardo. Sin embargo, ninguno de los dos podría haber anticipado que el desenlace de su relación se convertiría en un conflicto marcado por la infidelidad, robos y violencia. Del amor al caos
Ambos cruzaron sus caminos en el mes de marzo de este año. A partir de ese momento, comenzaron a pasar cada vez más tiempo juntos durante cuatro meses. Fue en el mes de junio cuando tomaron la decisión de dar el siguiente paso y formalizar su relación.
“En agosto, me hace el comentario de que ya se iba a vencer su contrato y me propuso que viviéramos juntos. Entonces, yo acepté con la condición de dividirnos la renta y los servicios. Aceptó y se trajo sus cosas a mi departamento”, recuerda Elena.
Aún con el trato pactado entre ambos, ella comenzó a notar que Ricardo no cumplía con su parte, pues no pagaba su parte de la renta, una de las primeras banderas rojas que la joven originaria de Monterrey ignoró.
“Yo tampoco le reclamé o le exigí que me pagara por el tiempo que tenía en el departamento, sí le hice el recordatorio, pero al final me pagaba una parte menor. Ya no me sentía cómoda con la relación, porque cuando yo lo conocí él me había comentado que él tenía un emprendimiento, que él trabajaba vendiendo andamios y cobraba a sus clientes, pero eventualmente dejó de hacerlo”.
Los videojuegos fueron una prioridad
Poco a poco, Ricardo comenzó a pasar más tiempo en el departamento de Elena, donde en compensación a la renta y los servicios que debería pagar, comenzó a realizar tareas domésticas como lavar la ropa, cocinar o cuidar al perro de Elena, mientras ella trabajaba como ingeniera en sistemas computacionales. Del amor al caos
Sin embargo, con el paso del tiempo, esta actitud proactiva comenzó a desvanecerse. Los videojuegos se transformaron en una prioridad para el joven de 30 años, originario de Torreón.
“Fue cambiando su actitud en el momento en el que él ya se mudó a mi departamento. Llegó un punto en el que él todo el día estaba jugando Xbox. Yo me sentía preocupada porque él no tenía trabajo, yo no veía que estuviera buscando trabajo. Fue muy incómodo por esa parte porque yo sentía que a él le costaba mucho estar conmigo o que pudiéramos salir porque yo era la que pagaba las salidas o el supermercado, entonces a mí sí me pareció un poco agotador”.
A pesar de que consideraba la posibilidad de poner fin a la relación, Elena afirma que una de las razones que la llevaba a seguir adelante era la cercanía del cumpleaños de Ricardo. Sin embargo, antes de tomar esa decisión, necesitaba su ayuda nuevamente para cuidar a su perro, ya que tenía un viaje planeado a Ciudad de México.
La infidelidad Del amor al caos
A principios de septiembre, Elena tenía programado un viaje a Ciudad de México con una de sus mejores amigas. Durante el viaje, uno de sus seguidores en redes sociales notó que se encontraba en la ciudad, por lo que le propuso encontrarse con él en uno de los parques más famosos de la capital del país para conocerse.
“Yo me vi con él y con mi amiga, fuimos a un parque que se llama La Mexicana, está en Santa Fe, después fuimos a cenar los tres y ya después me dio un beso. A la mañana siguiente él me mandó un emoji y le respondí ‘estuvo deli’”.
Pero toda acción tiene una reacción, pues lo que Elena no esperaba, era que, desde Cancún, Ricardo accedió a su cuenta de WhatsApp, evidenciando la conversación entre ambos.
“Le tomó foto a mi computadora y me dijo ‘No puedo creer que me hayas hecho esto, olvídate de mí’. Procedió a insultarme y eventualmente envió un mensaje donde dice ‘me las vas a pagar’ y lo primero que pensé fue en mi mascota”.
El robo y los destrozos
Al regresar a Cancún, se encontró con un departamento completamente destrozado, en donde sus cosas de valor como electrodomésticos y su equipo de trabajo ya no se encontraban. Del amor al caos
“Empecé a ver todos los destrozos que hizo, no podía abrir las puertas de las recámaras del departamento porque él las cerró bajo llave y no había manera de abrirlas. Lo que más me preocupó es que se robó mi pasaporte, mi visa y hasta el carnet de mi perrito. Es ahí cuando me doy cuenta de que esto ya es un delito”.
Ante esta situación, Elena decide iniciar un proceso legal en contra de Ricardo para recuperar sus bienes.
“Luego de que tomaron mi declaración, me comentaron que procedería como violencia intrafamiliar y violencia de género. Me siento bastante impotente porque todos estos objetos que él destruyó a mí me costaron, todo ha sido con fruto de mi esfuerzo y no es justo que alguien que tiene la vida muy fácil, se tome la libertad de destruirlo”.
Funada en redes sociales Del amor al caos
Luego de haber publicado un hilo en la red social X (Twitter) sobre la situación que vivió, las respuestas de gran parte de los usuarios de la plataforma se tornaron en contra de ella ante la infidelidad que cometió en su viaje.
“Yo siempre dije ‘si voy a hacer ruido, lo voy a hacer diciendo la verdad’, pero no esperaba que tanta gente fuera a justificar ese grado de violencia sobre un error que cometí. Es un reflejo de cómo estamos como país, o sea, la mayoría o gran parte de las respuestas son de personas que están justificando este tipo de violencia. Vivimos en un país machista y misógino”.
(Con información de La Verdad)