Regularmente cuando desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se habla de dieta se encuentran referencias a dietas saludables, sin embargo, para comprender el enfoque de la OMS al referirlas es importante comprender qué son las dietas según la OMS, y es que a diferencia del uso común del concepto, para esta institución y otras relacionadas al ámbito de la salud la dieta tiene otro significado.
Aquí te explicarémos qué significa dieta y cómo debe estar compuesta según la OMS.
Definición de dieta, según la OMS ¿Qué son
La definición de dieta, de acuerdo con la OMS refiere al patrón general de alimentación de una persona o población. Una dieta está compuesta por los alimentos y bebidas consumidos de manera regular, así como por los patrones de ingesta y elecciones alimentarias.
Como puedes notar, la dieta no es solamente aquello que se hace para sostener, reducir o aumentar el peso o masa muscular de una persona, sino que más bien se refiere de forma general a los alimentos y hábitos de alimentación que tiene una persona o una población, es decir: incluye todo lo que comes y cómo lo comes.
¿Cómo debe ser una dieta saludable?, según la OMS
La OMS resalta que una dieta saludable es fundamental para la salud, el bienestar, el crecimiento óptimo y el desarrollo, y protege contra todas las formas de malnutrición. Por otro lado, se considera que una dieta no saludable es uno de los principales riesgos para la carga mundial de morbilidad, especialmente en relación con enfermedades no transmisibles como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y el cáncer.
Según la OMS, una dieta saludable debe cumplir con los siguientes principios:
- Variada: La dieta debe incluir una amplia variedad de alimentos para garantizar la ingesta de diferentes nutrientes esenciales.
- Basada en alimentos de origen vegetal: La mayor parte de la dieta debe provenir de alimentos como frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y nueces. Estos alimentos son ricos en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes.
- Equilibrio entre ingesta y gasto calóricos: La cantidad de calorías consumidas debe estar equilibrada con el gasto energético diario, teniendo en cuenta las necesidades individuales.
- Carbohidratos saludables: Los carbohidratos deben provenir principalmente de fuentes saludables, como legumbres y cereales integrales, que proporcionan energía de liberación lenta y son ricos en fibra.
- Reducción de grasas saturadas y trans: La ingesta de grasas totales debe ser inferior al 30% de la ingesta calórica total, y se debe evitar el consumo de grasas saturadas y grasas trans. En su lugar, se deben incluir grasas insaturadas saludables, como las presentes en el aceite de oliva, el aguacate y los frutos secos.
- Control de azúcares añadidos: Los azúcares libres, como los presentes en los alimentos procesados y las bebidas azucaradas, deben ser limitados a menos del 10% de la ingesta calórica total, y se recomienda idealmente reducirlos al 5%.
- Limitación de la sal: La ingesta de sodio debe ser inferior a 2 gramos al día (equivalente a 5 gramos de sal) para reducir los riesgos asociados con la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.
- Consumo adecuado de frutas y verduras: Se recomienda consumir al menos 400 gramos al día de frutas y verduras en adultos y niños mayores de 10 años, y 250-350 gramos al día en niños más pequeños.