La irrupción de DeepSeek en el sector de la inteligencia artificial (IA) con un modelo de bajo coste provocó una ola de lanzamientos por parte de grandes tecnológicas chinas, poniendo en entredicho la supremacía de líderes como OpenAI y forzando una reconfiguración del sector.
De hecho, algunos de estos nuevos servicios han mostrado capacidades similares a ChatGPT, según portales especializados, pero con un precio significativamente inferior, lo que ha intensificado la competencia en la industria.
Novedades constantes en el mercado
En marzo, la tecnológica Baidu, conocida como el “Google chino”, presentó sus chatbots Ernie 4.5 y Ernie X1, con tarifas aproximadamente un 50 % más bajas que las del R1 de DeepSeek, que ya ofrecía precios mucho menores que los de ChatGPT.
Por su parte, el gigante digital Tencent dio a conocer su nuevo modelo de razonamiento, Hunyuan T1, que también compite en rendimiento y coste con el modelo de DeepSeek.
Tencent destacó que su servicio ofrece “resultados fiables” y una “baja frecuencia de alucinaciones”, en referencia al fenómeno por el cual los chatbots generan información falsa, un reto persistente en el campo de la IA.
Además, otras destacadas empresas como Bytedance (dueña de TikTok) y Alibaba también han lanzado recientemente nuevas versiones de sus propios chatbots, mostrando el dinamismo del mercado chino de inteligencia artificial.
El auge del modelo de código abierto
La mayoría de estas compañías ha optado por modelos de código abierto, una estrategia que ha sido bien recibida por las autoridades chinas.
En marzo, el portavoz del Legislativo chino, Lou Qinjian, elogió el enfoque abierto de DeepSeek, comparándolo con la evolución de la industria de las telecomunicaciones. Según explicó, empresas con modelos cerrados, como Symbian, perdieron relevancia, mientras que otras como Android triunfaron gracias a su apertura.
Siguiendo esta lógica, Alibaba ha liberado parte de su modelo Qwen, y Bytedance ha hecho lo propio con su plataforma Doubao, ambos siguiendo la estela de DeepSeek.
La analista Grace Shao, citada por el South China Morning Post, comentó que muchos emprendedores chinos nacidos en los años 80 y 90 desean demostrar que China también puede innovar, no solo copiar. Esto, explicó, ha impulsado el enfoque de código abierto.
“Para estos emprendedores, es más emocionante ser citado o utilizado por desarrolladores y empresas internacionales que ganar dinero con un solo proyecto”, agregó.
A raíz de esta tendencia, incluso OpenAI habría decidido lanzar un modelo de lenguaje de código abierto, lo cual representa un cambio importante para una empresa que tradicionalmente había protegido su tecnología bajo esquemas restrictivos.
Reducción de costes en el desarrollo
Según DeepSeek, su modelo R-1 fue entrenado durante 55 días con un presupuesto de 5.57 millones de dólares, utilizando procesadores gráficos H800 de Nvidia, una versión con capacidad reducida.
Este costo, cabe destacar, representa menos de una décima parte del gasto estimado para entrenar el modelo GPT-4o de OpenAI, según medios chinos.
Por otra parte, empresas como Tencent han subrayado la optimización del uso de memoria, un aspecto clave debido a la alta demanda energética de los modelos de IA.
Dicha eficiencia ha generado dudas sobre el modelo de negocio de compañías como Nvidia, que llegó a caer hasta un 12 % en bolsa tras la entrada de DeepSeek al mercado.
Analistas de la gestora de activos Janus Henderson afirmaron que un procesamiento de IA más eficiente podría cuestionar la necesidad de invertir miles de millones en infraestructura. Asimismo, advirtieron que las elevadas expectativas de crecimiento han inflado las valoraciones, lo que expone a los inversores a mayores riesgos ante cualquier decepción.
Persisten las dudas
Sin embargo, no todo el panorama es positivo. Algunos actores del sector se muestran escépticos frente a la proliferación de modelos de lenguaje. El CEO de Minimax, Yan Junjie, declaró que en el futuro solo unas cinco empresas en el mundo —y no sabe cuántas de ellas estarán en China— podrán mantener el desarrollo de estos sistemas, instando a centrarse en mejorar su precisión antes de expandirse a sectores más tradicionales.
Además, persisten dudas sobre el potencial de los chatbots chinos para expandirse globalmente, debido a la censura estatal. En 2023, China reguló estas tecnologías para que respeten los “valores socialistas fundamentales”, prohibiéndoles generar contenido que atente contra la seguridad nacional o la unidad territorial.
En consecuencia, muchos usuarios fuera de China han comprobado que estos chatbots evitan responder preguntas sobre eventos como la Masacre de Tiananmen de 1989 o la situación de Taiwán, lo cual limita su adopción internacional.
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