El papa Francisco, aún convaleciente tras una grave infección respiratoria, sorprendió este miércoles al aparecer inesperadamente en la Basílica de San Pedro para observar los avances en la restauración de la zona de la Cátedra y saludar a los restauradores. Durante su visita, también se detuvo a rezar brevemente en la tumba de san Pío X, pontífice con quien ha expresado sentirse particularmente cercano.
El pontífice llegó en silla de ruedas alrededor de las 13:00 h (hora local), entrando por la Puerta de la Oración, la más próxima a la Casa Santa Marta, donde se encuentra recuperándose después de que se le dio de alta el 23 de marzo. En esta ocasión, se presentó cubierto con una manta sobre las piernas y portando cánulas nasales de oxígeno.
Según Vatican News, un centenar de fieles que se encontraban en la basílica quedaron visiblemente emocionados al ver al papa. Muchos se acercaron a saludarlo y recibir su bendición. Francisco bendijo a varios niños y grupos de peregrinos que han llegado a Roma en el marco del Jubileo de los enfermos.
Además, saludó personalmente a algunos restauradores que estaban ultimando los detalles antes de la presentación oficial de las obras prevista para este jueves. Los trabajadores se mostraron entusiasmados por la inesperada visita, y el papa elogió su labor antes de preguntar cómo se vive el ambiente en la basílica en estos días de intensa actividad.
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Posteriormente, el pontífice se dirigió a la tumba de san Pío X, donde rezó en silencio durante unos diez minutos. Esta es la segunda vez en pocos días que acude a ese lugar; ya lo había hecho el domingo anterior.
“Demasiada emoción, mi visión se nubló por las lágrimas y ni siquiera pude tomar una foto”, relató monseñor Valerio Di Palma, canónigo de San Pedro, al portal vaticano. “Nos conmovió verlo así, de civil, sencillo. Todos lloraban, incluso los de seguridad”, agregó.
Ese mismo día, también de manera inesperada, el papa recibió en su residencia a los reyes del Reino Unido, Carlos III y Camila, quienes se encuentran de visita en Italia. La audiencia oficial había sido cancelada previamente debido al estado de salud del pontífice.
Cabe recordar que el Papa Francisco ya había aparecido por sorpresa el pasado domingo, al final de la misa del Jubileo de los enfermos, para saludar a los fieles y dar su bendición.
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